Diciembre 2022 Salud
Las lesiones producidas por los accidentes de tránsito, los homicidios y los suicidios representan tres de las cinco principales causas de muerte entre las personas de 5 a 29 años. Pero los pobres tienen más probabilidades de morir: casi el 90% de los decesos por esos motivos se producen en países de ingresos bajos y medios.
Cada día, los accidentes de la vida cotidiana y la violencia se cobran la vida de unas 12,000 personas alrededor del mundo, según un nuevo informe publicado el martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Pero a esa estadística hay que añadirle otro factor que mata: la desigualdad.
De acuerdo con el informe Prevención de lesiones y violencia: una visión general, las heridas producidas por los accidentes, los suicidios y la violencia no se distribuyen de manera uniforme en todos los países ni dentro de ellos.
Algunas personas son más vulnerables que otras en función de las condiciones en las que nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen; en general, ser joven, varón y de bajo nivel socioeconómico aumenta el riesgo de sufrir lesiones.
“La pobreza también aumenta el riesgo de lesiones y violencia. Casi el 90% de las muertes relacionadas con lesiones se producen en países de ingresos bajos y medios”, revela el informe.
En todo el mundo, las tasas de mortalidad por lesiones son más altas en los países de bajos ingresos que en los de altos ingresos. Incluso dentro de los países, las personas de entornos económicos más pobres tienen tasas más altas de accidentes con lesiones mortales y no mortales que las más ricas. Esto es cierto incluso en los países de ingresos altos.
“Las personas que viven en la pobreza tienen significativamente más probabilidades de sufrir accidentes que los ricos”, asegura el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“El sector de la salud tiene un papel importante en el abordaje de estas inequidades (…) a través de la recopilación de datos, el desarrollo de leyes y políticas, la prestación de servicios y la orientación en la prevención, el desarrollo de capacidades y la promoción de una mayor atención a las comunidades desatendidas”.
Unsplash/Dmitry Schemelev El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo, según las últimas estimaciones de la OMS.
Descripción general de lesiones
En el informe, la OMS revela que las lesiones causadas por los accidentes de tránsito, los homicidios y los suicidios representan tres de las cinco principales causas de muerte entre las personas de 5 a 29 años.
Otras lesiones relacionadas con la muerte incluyen los ahogamientos, las caídas, las quemaduras y el envenenamiento.
De los 4,4 millones de muertes anuales relacionadas con los accidentes y las muertes violentas, el informe muestra que aproximadamente una de cada tres es el resultado de accidentes de tránsito, una de cada seis un suicidio, una de cada nueve se deben a un homicidio y una de cada 61 tienen su origen en las guerras y los conflictos.
Se calcula que las lesiones y la violencia son responsables de un 8% de todos los años vividos con discapacidad y que cada año mueren el doble de hombres que de mujeres como consecuencia de las heridas por accidentes y violencia.
Además, las lesiones y la violencia suponen una enorme carga para las economías de los países, costando miles de millones de dólares al año en atención sanitaria, pérdida de productividad y aplicación de la ley.
Intervenciones efectivas y de bajo coste
La prestación de servicios de apoyo y atención de alta calidad a las víctimas puede prevenir las muertes, reducir la cantidad de discapacidades a corto y largo plazo, y ayudar a los afectados a superar las consecuencias de las de la lesión o la violencia en sus vidas.
Existen numerosas estrategias específicas basadas en pruebas científicas sólidas que son eficaces y rentables para prevenir las lesiones; es fundamental que estas estrategias se apliquen más ampliamente.
Así, muchas de estas muertes y lesiones, podrían prevenirse con intervenciones sencillas, efectivas y de bajo costo disponibles.
Por ejemplo, en España, establecer el límite de velocidad por defecto para las ciudades en 30 kilómetros por hora, está mejorando la seguridad vial. En Vietnam, brindar más capacitación en natación a las comunidades está ayudando a reducir las tasas de muerte por ahogamiento.
Mientras tanto, en un intento por proteger a los menores de la violencia sexual en Filipinas, la legislación para aumentar la edad de consentimiento sexual de 12 a 16 años ya ha marcado una diferencia positiva.
Unsplash/Kevin Paes Las clases formales de natación pueden reducir el riesgo de ahogamiento.
Se necesita voluntad política
Sin embargo, la mayoría de los países carecen o tienen medidas insuficientes para proteger las vidas de sus ciudadanos, lo que significa que es una cuestión de voluntad política y de inversión.
“Se necesita una acción acelerada para evitar este sufrimiento innecesario de millones de familias cada año”, señaló Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la agencia de la ONU.
“Sabemos lo que hay que hacer, y estas medidas efectivas deben ampliarse en todos los países y comunidades para salvar vidas”.
El informe de la OMS se publicó durante la 14ª Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad, que se lleva a cabo actualmente en Adelaida, Australia.
El evento brinda una oportunidad para que los principales investigadores y profesionales de prevención de lesiones y violencia en el mundo continúen abogando por medidas basadas en evidencia para prevenir lesiones y violencia.
El informe también destaca las medidas de prevención y la orientación técnica disponible de la OMS que puede respaldar las decisiones para ampliar los esfuerzos de prevención.