20 de noviembre del 2022.- La Conferencia por el Cambio Climático de Naciones Unidas (COP27) ha concluido este domingo con la decisión de crear un fondo destinado a financiar las pérdidas y daños climáticos para los países más vulnerables a los efectos del calentamiento global, un acuerdo considerado de mínimos para el bloque europeo al no presentar avances en la reducción de emisiones.
La decisión de la cumbre ha llegado tras duras negociaciones y más de un día de prórroga, en el que incluso la Comisión Europea amenazó con abandonar la cita, que se celebra en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh, si no se aumentaba la ambición climática del texto. «No ha sido fácil» pero «finalmente hemos cumplido nuestra misión», ha subrayado el presidente egipcio de la conferencia, Sameh Choukri.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha celebrado la medida, pero ha considerado que no es suficiente. “Debemos reducir drásticamente las emisiones ahora y esta es una pregunta que esta COP no ha respondido”, ha lamentado, por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al final de la conferencia climática en la que no ha salido salido adelante el llamamiento que querían algunos países y organizaciones ecologistas para eliminar progresivamente el uso de todos los combustibles fósiles.
Para el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, el acuerdo climático alcanzado «no es un paso suficiente» y se ha mostrado «decepcionado» por no haber conseguido que se adoptara «un lenguaje fuerte» en la reducción de emisiones contaminantes.
Queda por conocer la dotación del fondo y cómo se distribuirá
El fondo de pérdidas y daños climáticos es una de las cuestiones que se había reclamado durante años sin llegar a acuerdos, pero en esta ocasión se ha acelerado debido al incremento de eventos metereológicos extremos en muchos territorios.
Según se ha reflejado en el texto, los países han establecido un consenso respecto a la «necesidad inmediata» de aportar recursos financieros «nuevos, adicionales, predecibles y adecuados» para ayudar a los países que sufren los efectos del cambio climático de forma acusada como, por ejemplo, desplazamientos forzados o daños ene l patrimonio cultural, movilidad y vida de sus habitantes.
A quién concretamente se dirige este fondo – si ha los países en desarrollo o a los vulnerables- ha sido precisamente uno de los escollos de las negociaciones, que han terminado decantándose por el bloque europeo que abogaba por limitarlo a los segundos, los vulnerables.
Aunque esto supone un primer paso, queda por ver, en otras reuniones, qué territorios reciben esa etiqueta, así como la dotación del fondo y quién hará las aportaciones, algo muy discutido ya que se quería incluir a colaboración de países con mayores emisiones como es el caso de India o China.
Ribera: «Nos quedamos como estábamos en mitigación»
El texto, una declaración política sin efectos vinculantes, recoge, además, propuestas consensuadas por las partes para contener el calentamiento global por debajo del grado y medio de temperatura media en 2100 respecto a los niveles preindustriales a fin de evitar las peores consecuencias de la crisis climática, como recomienda la comunidad científica y refleja el Acuerdo de París.
Sin embargo, no aporta cambios sustanciales en el ámbito de mitigación – reducción de emisiones de gases invernadero- con respecto a los pactos adoptados en la COP26 de Glasgow en 2021, instando de nuevo a los países a reducir progresivamente la generación de energía a partir del carbón y a abandonar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
En esta línea se ha expresado Frans Timmermans, que cree que el acuerdo no aborda «la brecha entre las recomendaciones científicas y nuestras políticas climáticas».»Para hacer frente al cambio climático es necesario que todos los flujos financieros apoyen la transición hacia la baja emisión de carbono: la UE vino aquí para conseguir un lenguaje fuerte y estamos decepcionados por no haberlo conseguido», ha afirmado el también responsable comunitario del Pacto Verde.
Esta afirmación ha sido respaldada también por la Vicepresidenta Tercera y Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. «Nos quedamos como estábamos en mitigación. En principio con muy poquito más encima de la mesa. Suficiente como para seguir acelerando en el tiempo por venir, pero obviamente muy por debajo de nuestras expectativas», ha dicho.
La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha asegurado que «la esperanza y la frustración» se mezclan en los resultados alcanzados. “Hemos logrado un gran avance en la justicia climática, con una amplia coalición de estados después de años de estancamiento”, ha escrito en Twitter. Pero «el mundo está perdiendo un tiempo precioso en la trayectoria de 1,5 grados» debido a la falta de ambición en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Diferentes organizaciones ecologistas han agradecido la adopción del nuevo fondo, pero han lamentado la falta de ambición climática al no avanzar en el pacto acordado en Glasgow. Desde Greenpeace aseguran que es el acuerdo es «un punto de partida importante para alcanzar la justicia climática», pero acusa a los «petroestados» de frenar la toma de decisiones. El Fondo Mundial para la Naturaleza -WWF, por sus siglas en inglés- ha sido más tajante en sus afirmaciones al asegurar que el fondo de pérdidas y daños corre el riesgo de convertirse en un «fondo para el fin del mundo» debido a los «fracasos de la COP27».