4 Octubre 2022 Derecho y prevención del delito
El estigma y los tabúes afectaron la presentación de denuncias. Muy pocos niños reportaron las agresiones por medio de canales formales. Un nuevo informe copatrocinado por la agencia de la ONU para la infancia destaca la necesidad de informar a los niños y adolescentes sobre esos atropellos delictivos y sobre las opciones que existen para abordarlos.
El 11% de los niños de 12 a 17 años que usan internet en Camboya padecieron explotación y abuso sexual en línea durante el 2020, año anterior a la elaboración de un estudio a cargo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Ministerio de Asuntos Sociales de ese país.
El informe Disrupting Harm (Daño perturbador), divulgado este martes y basado en una serie de encuestas, reveló que de ese universo de niños, el 16% fue objeto de comentarios sexuales sobre ellos que los hicieron sentir incómodos, el 31% de los casos ocurrieron en las redes sociales.
Además, el 9% de los niños y adolescentes encuestados recibió solicitudes no deseadas para compartir imágenes sexuales de ellos mismos.
Otro de los hallazgos fue que la explotación y abuso sexual en línea estuvieron más dirigidos a los niños que a las niñas, e incluyeron invitaciones no deseadas para compartir imágenes o videos que mostraran sus partes íntimas, así como ser amenazados o chantajeados para participar en actividades sexuales.
Estigma y tabúes
Pese a sentirse muy agredidos, las denuncias de los niños fueron muy pocas, en gran parte debido al estigma y los tabúes relacionados con temas sexuales, explicó UNICEF y agregó que de las acusaciones hechas, contadas utilizaron los mecanismos formales.
Otra de las barreras más comunes para las denuncias fue que los niños no sabían a dónde ir o a quién informárselo.
En este sentido, un padre de familia subrayó que los niños vulnerables no saben quién puede ayudarlos. “Compartir información al respecto ayudará a los niños a ser lo suficientemente valientes como para exponer lo que están experimentando”, dijo.
Los niños que relataron sus experiencias subrayaron que sentían vergüenza y miedo al hablar de sexo o informar sobre lo que les había ocurrido.
Un trabajador de primera línea que participó en el estudio precisó que la camboyana es una cultura en la que no se habla de sexo. “El porcentaje de casos de abuso sexual no denunciados es alto porque a veces los niños tienen miedo o timidez para hablar de ello. Cuando ha ocurrido un abuso, a menudo tienen demasiado miedo de hablar debido a esta cultura”, acotó.
Mayor conciencia
El informe sacó a la luz la necesidad de crear una mayor conciencia sobre las opciones disponibles para abordar estos delitos porque, en general, la gente no entiende el proceso legal involucrado ni el proceso de denuncia.
A esto se suma que las agencias de la aplicación de la ley en Camboya tienen acceso limitado a una capacitación especializada y no cuentan con el personal necesario para gestionar adecuadamente los casos relacionados con la explotación y el abuso sexual infantil en línea.
Para ayudar a mantener seguros a los niños usuarios de internet, el informe recomienda informar mejor sobre la explotación y el abuso sexual infantil en línea en todo el país, una medida que también puede contribuir a acabar con el estigma y los tabúes, aumentar las denuncias y asignar los recursos necesarios abordar el problema.
UNICEF afirmó seguirá trabajando con el gobierno camboyano y sus socios para prevenir y responder a este flagelo cibernético mejorando la recopilación y coordinación de datos, fortaleciendo el monitoreo, aumentando la capacidad de las fuerzas del orden locales para investigar casos y mejorando la gestión de casos y apoyo a las víctimas.
Asimismo, buscará aumentar la conciencia, el conocimiento y las habilidades digitales de niños, adolescentes, padres, cuidadores y maestros para que los niños puedan protegerse mejor en línea.
El informe Disrupting Harm formó parte de la Iniciativa Internet Seguro lanzada en 2019 por la Alianza mundial para poner fin a la violencia contra los niños.