24 Mayo 2022 Salud
Sin embargo, hemos bajado la guardia bajo nuestro propio riesgo y sin que el mundo haya reforzado su preparación, agrega frente a los participantes en el mayor cónclave anual sobre salud.
“La pandemia está lejos de terminar. Todavía la estamos combatiendo, mientras nos enfrentamos a la tarea de restaurar los servicios de salud básicos, con el 90% de los Estados miembros informando sobre la interrupción de uno o más programas sanitarios esenciales”, dijo este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su discurso ante la 75ª Asamblea Mundial de Salud, celebrada del 22 al 28 de mayo en Ginebra, Tedros Adhanom Gebreyesus afirmó que si bien los casos y muertes reportados de COVID-19 han disminuido significativamente, no es momento de bajar la guardia, aunque en numerosos países se han relajado las medidas de prevención con el riesgo que esto conlleva.
“Aún enfrentamos muchos desafíos”, recalcó ante el pleno del órgano de toma de decisiones de la OMS, integrado por representantes de 194 Estados miembros, que vuelven a reunirse de manera presencial luego de dos años consecutivos de sesiones virtuales a causa de la mayor crisis de salud en un siglo.
Tedros citó el aumento de los casos de COVID-19 en los casi 70 países donde se han levantado las restricciones y se ha regresado a una actividad social semejante a la previa a la contingencia. También se refirió al incremento de las muertes registradas en África, el continente con la menor tasa de vacunación contra el coronavirus.
Una mujer recibe la vacuna del COVID-19 en la República Democrática del Congo
Avance desigual
Aunque la vacunación haya alcanzado ya al 60% de la población mundial, ese avance ha sido disparejo: sólo 57 países -casi todos de renta alta o media alta- han vacunado al 70% de sus habitantes y casi mil millones de personas en países de bajos ingresos todavía no han recibido la inmunización, abundó.
Insistió en que una mayor transmisión del virus significa más muertes y mayor riesgo de que surja una nueva variante, y advirtió que la disminución en las pruebas y la secuenciación en todos los países significa que “estamos ciegos frente a la evolución del virus”.
El responsable de la OMS señaló que en algunos países el compromiso político para implementar las vacunas aún es insuficiente y que todavía existen brechas en las capacidades operativas y financieras.
En este sentido, aseveró que la pandemia ha demostrado por qué el mundo necesita a la OMS, “pero también por qué el mundo precisa una OMS más fuerte, empoderada y financiada de forma sostenible”, por lo que acogió con beneplácito la recomendación del Grupo de Trabajo sobre Financiamiento Sostenible de aumentar las contribuciones al 50 % del presupuesto básico durante la próxima década.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, durante la inauguración de la Asamblea Mundial de la Salud
Cinco años de trabajo
El doctor Tedros pasó revista del trabajo de la Organización durante los últimos cinco años, cuando asumió su dirección en un primer mandato.
“El progreso no siempre es rápido o fácil de medir. Pero en formas pequeñas y grandes, visibles e invisibles, me enorgullece decir que esta Organización está marcando la diferencia”, sostuvo.
Recordó que cuando se le eligió para el puesto, la ambiciosa agenda del organismo de la ONU incluía, entre otros objetivos, la cobertura universal de salud; la mejora de salud de la mujer, el niño y el adolescente; el estudio y desarrollo de respuestas a los impactos del cambio climático en la salud; y la transformación de la OMS.
De los avances logrados hacia esas metas, destacó que casi mil millones de personas gozarán de una mejor salud y bienestar para 2023 gracias a la labor conjunta de la agencia y sus Estados miembros. No obstante, enfatizó que eso cubre menos de una cuarta parte de los que hace falta para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Subrayó también que muchos países están logrando progresar al reducir el uso de productos nocivos para la salud abordando los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles. Refirió también que el consumo de tabaco continúa disminuyendo a nivel mundial y que se toman cada vez más medidas para eliminar de las grasas trans producidas industrialmente para el año entrante.
Tedros resaltó que 71 países utilizan los lineamientos y herramientas sanitarias elaboradas por la OMS para responder a la violencia contra la mujer, y que sus directrices para la seguridad en carretera han ayudado a disminuir las muertes por accidentes de tráfico pese a que hay más coches circulando.
Un especialista en prevención y control de infecciones de la OMS asesora a las enfermeras de un centro de salud del campamento de Kutupalong sobre cómo prestar una atención segura a los pacientes de COVID-19 sin exponerse al virus
Lo que falta
Por otra parte, reconoció que el mundo sigue muy atrás en el objetivo de sumar a mil millones de personas más a la cobertura sanitaria universal para 2023.
“Incluso antes de la pandemia, calculábamos que solo 270 millones de personas más estarían cubiertas para 2023, un déficit de 730 millones de personas frente al objetivo de mil millones”, aceptó.
Argumentó que las interrupciones en los servicios de salud durante la pandemia generaron un retroceso, y que ahora el déficit podría alcanzar los 840 millones de personas.
Pero quizá el mayor problema del mundo sea el precario grado de preparación a nivel de países y colectivo para enfrentar emergencias.
“Está claro que el mundo no estaba preparado para una pandemia, y sigue sin estarlo”, puntualizó Tedros.
Un equipo de vacunación va de puerta en puerta en un barrio obrero de Puerto Inirida, Colombia, para ofrecer vacunas COVID-19
La OMS responde a las emergencias
Precisó que en el último lustro, la agencia de la ONU ha respondido a más de 120 emergencias (ciclones, volcanes, terremotos, brotes, guerras) y una pandemia. “Algunos duran unos pocos meses; algunos duran años”, acotó.
El director general señaló que en este momento, los trabajadores de la OMS atienden más de 50 contingencias en el mundo. “En muchos casos, la OMS es la primera en llegar y la última en irse”, añadió.
Especificó que de 2017 a la fecha, la agencia ha enviado suministros médicos por más de 1600 millones de dólares a todo el mundo, trabajando con socios para respaldar cadenas de suministro de emergencia de salud críticas.
Indicó que través del Acelerador ACT, se han entregado más de 1500 millones de dosis de vacunas COVID-19, lo que ha permitido que 40 países comiencen sus campañas de inmunización contra la enfermedad. Además, ha distribuido 159 millones de pruebas y tratamientos por valor de 222 millones de dólares.
No obstante, todos estos pasos se quedan cortos frente a las enormes insuficiencias de ámbito sanitario, dijo.
“Las necesidades de nuestro mundo siguen siendo abrumadoras y complejas. Pero ninguna es insuperable. Para cada desafío, hay soluciones. Si hay voluntad, hay manera”, aseguró, invitando a los países a mirar hacia adelante, a diseñar planes basados en la ciencia y a mostrar un compromiso político firme.