06 de mayo del 2022.- Una fuerte explosión destruyó ayer el céntrico hotel Saratoga de La Habana, que estaba cerrado al público, y dejó al menos 22 muertos, unos 64 heridos y 13 desaparecidos, confirmó la presidencia. Funcionarios locales indicaron que el origen del estallido fue una fuga de gas proveniente de un camión dentro de las instalaciones, que estaban en remodelación, por lo que sólo había trabajadores.
“Se sintió un estruendo tremendo y una nube de polvo que llegó hasta el parque (de enfrente), mucha gente salió corriendo”, declaró Rogelio García, conductor de un bicitaxi que iba pasando al momento de la explosión.
Las cuatro primeras plantas del Saratoga, hotel de cinco estrellas que cuenta con 96 habitaciones, dos restaurantes y una piscina en la azotea, volaron en pedazos por los aires en la explosión. El suelo quedó sembrado de escombros y cristales, además varios automóviles resultaron dañados alrededor, constató Afp. El inmueble se preparaba para reabrir al público este 10 de mayo.
El presidente Miguel Díaz-Canel supervisó las labores de rescate y luego se trasladó a los hospitales Calixto García y al Hermanos Ameijeras para informarse sobre el estado de los heridos. “Nuestras más sentidas condolencias y el acompañamiento sincero a los familiares y allegados de las víctimas. Fuerza Cuba”, expresó Díaz-Canel en un tuit.
La explosión ocurrió a las 11 de la mañana. El mandatario llegó con una comitiva de trabajo una hora después al lugar, donde confirmó: “No ha sido una bomba ni un atentado, ha sido un lamentable accidente”. La presidencia informó en un tuit que las investigaciones apuntaban a una fuga de gas como causa del siniestro.
Las labores de rescate se realizan en medio de condiciones peligrosas, debido a los daños estructurales del edificio parcialmente destruido. Rescatistas y elementos del cuerpo de bomberos detuvieron por momentos la remoción de escombros ante la posibilidad de que existan sobrevivientes en el sótano del hotel, de acuerdo con un reporte de la televisión cubana.
Por la noche, la presidencia tuiteó que los datos de los afectados por la explosión son: “21 adultos y un menor de edad fallecido, 50 adultos hospitalizados, 14 menores de edad hospitalizados”.
De manera preliminar, la presidencia cubana reportó 13 personas desaparecidas, pero al cierre de esta edición las autoridades no aclaraban cuál era su paradero o si estaban incluidos en la estadística de víctimas.
Los bomberos prepararon las condiciones para continuar durante toda la noche las labores de búsqueda y rescate hasta certificar que no existen personas bajo los escombros.
En declaraciones a la televisión cubana, el teniente coronel Noel Silva, jefe de la Brigada de Salvamento y Rescate, destacó que las labores han sido difíciles por la frágil condición del edificio. Entre las tareas de los vulcanos figuró el retiro de un camión cisterna con 10 mil litros de gas.
Durante la jornada, la población, en su mayoría jóvenes y estudiantes, donaron sangre en el banco provincial de esta capital como muestra de solidaridad con los heridos.
El canciller Bruno Rodríguez expresó su “solidaridad y consternación” por la tragedia y envió “sentido pésame a los familiares de las víctimas fatales”.
“Hasta ahora, no tenemos información de que exista algún extranjero herido o fallecido, pero hay que esperar porque la información es preliminar”, dijo el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda.
Roberto Calzadilla, delegado de la empresa estatal Gaviota, propietaria del hotel, explicó que la explosión ocurrió cuando “se estaba reabasteciendo el gas con una pipa”. De los primeros cuatro pisos del edificio sólo quedaron algunas columnas que sostienen la estructura. Una escuela fue evacuada tras el estallido y nadie resultó herido, informó la presidencia, pero colapsó la cúpula de la aledaña iglesia bautista El Calvario.
El temor de un atentado surgió debido a que durante la década de los 90 hubo una oleada de ataques explosivos en lugares turísticos de Cuba, organizados por el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, quien a su vez fue reclutado en 1996 por el anticastrista el cubano Luis Posada Carriles, quien hizo estallar en 1972 un avión de Cubana de Aviación y mató a sus 73 ocupantes.
Chávez Abarca, junto con otrosalvadoreño y cuatro guatemaltecos, sistemáticamente colocó bombas en discotecas, hoteles y clubes turísticos de Cuba. Chávez Abarca fue extraditado desde El Salvador a Cuba en 2010 donde fue juzgado por terrorismo y condenado a 30 años de prisión por terrorismo.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Bolivia, Luis Alberto Arce, mostraron su solidaridad con Cuba por esta tragedia mediante Twitter.
Con información de La Jornada