Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com
Rusia asegura que controla la ciudad ucraniana de Mariúpol, situada en el Mar de Azov, asediada y bombardeada desde hace más de un mes, aunque Ucrania aún no lo ha confirmado. La ciudad portuaria, que antes de la guerra tenía 400.000 habitantes, es ahora un erial donde los cuerpos yacen entre los escombros y unos 100.000 civiles intentan sobrevivir sin víveres o huir cuando tienen la posibilidad, como ocurrió con un pequeño grupo este pasado miércoles.
La resistencia se limita ya a la planta metalúrgica de Azovstal. Allí combaten aún un número indeterminado de soldados ucranianos (según Rusia, unos 2.000) de diversas unidades y miembros del Batallón Azov, una milicia de ideología ultraderechista encuadrada en el Ejército ucraniano. Según las autoridades locales y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la planta también hay unos mil civiles, incluyendo familiares de los defensores.
El Ministerio de Defensa ruso asegura que la planta está bloqueada y que el resto de la ciudad está en calma. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dado orden de no completar el asalto al complejo y en su lugar cercarlo para que «no pueda salir ni una mosca». Putin ha ofrecido un trato adecuado a los soldados que se rindan y abandonen la fábrica.
Este miércoles, un comandante de la infantería de marina, Serhiy Volny, difundió un vídeo en el que aseguraba que no podrían resistir mucho más y que les quedaban «días, u horas» antes de claudicar, y pedía ayuda internacional para poder abandonar la fábrica sin entregarse a los rusos. Rusia les ha dado varios ultimátums para que se rindan, pero no lo han hecho.
Las acería de Azovstal, una fortaleza dentro de la ciudad
Construida en los años treinta del siglo pasado por Stalin, la planta de Azovstal abarca abarca 11 kilómetros en el sureste de la ciudad y está comunicada con el exterior por tren. Bajo los talleres, las fundiciones y las chimeneas hay un laberinto de túneles y búnqueres, porque la fábrica se construyó ya pensando en su defensa.
Uno de los comandantes de las milicias prorrusas del Donbás la ha descrito como «una fortaleza dentro de una ciudad».
«La factoría es un enorme espacio con tantos edificios que los rusos simplemente no pueden encontrarles», ha explicado a Reuters Oleh Zhdanov, analista militar de Kiev. «Es un inmenso territorio con talleres que no puede ser destruido desde el aire, y por eso los rusos están usando bombas pesadas», ha explicado por su parte a la agencia Sergiy Zgurets, otro analista.
El segundo comandante del Batallón Azov, Svyatoslav Kalamar, ha asegurado que en varios de estos bunkéres se ocultan civiles, unas 80-100 personas por cada uno.
La presencia del Batallón Azov en la fábrica es en sí misma otro motivo para que los rusos la hayan convertido en un objetivo. La destrucción de esta milicia ultranacionalista daría a Vladímir Putin una baza propagandística para justificar ante los rusos que uno de los objetivos de la «operación especial» en Ucrania es la «desnazificación» del país.
Pese a la derrota, Mariúpol y la planta de Azovstal se han convertido en símbolo de la resistencia ucraniana, y ya hay quien la compara con Stalingrado, aunque en aquella ocasión los asaltantes (los alemanes) perdieron, y la victoria soviética significó el principio del fin del III Reich.
Gracias a la resistencia en Mariúpol, Rusia no ha podido hasta ahora completar su control del Mar de Azov ni de un corredor terrestre entre su territorio y la península de Crimea, anexionada unilateralmente en 2014. También le ha obligado a concentrar fuerzas en el sur en lugar de usarlas en su ofensiva en el este.
Una de las mayores fábricas de acero del mundo
La fábrica de Azovstal pertenece al grupo Metinvest, una de las mayores empresas privadas de Ucrania, dirigida por Yuriy Ryzhenkov y propiedad del multimillonario Rinat Akhmetov, el hombre más rico del país.
Azovstal es la mayor metalúrgica ucraniana y una de las mayores del mundo. En circunstancias normales, produce 5,7 millones de toneladas de hierro al año, 6,2 millones de toneladas de acero y 4,7 millones de toneladas de productos acabados.
Según su página web, es la única en Ucrania capaz de producir planchas con el suficiente espesor para barcos, plataformas marinas, maquinaria especial o construcción de puentes, así como las tuberías de gran diámetro para los oleoductos y gasoductos árticos.
