24 de marzo del 2022.- Estados Unidos (EE.UU.) aumentará el suministro de gas natural licuado a la Unión Europea (UE), en virtud de un acuerdo alcanzado este jueves entre ambas potencias, que pretende ayudar a reducir la dependencia del suministro de combustibles fósiles de Rusia. El pacto será formalizado este viernes, en el marco del Consejo Europeo que se celebra estos días en Bruselas.
Así lo ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a su llegada a la cumbre de líderes de la UE, que, entre otros asuntos, estudiará posibles soluciones a la crisis energética que viene arrastrando Europa desde hace meses, que se ha agravado con la invasión rusa en Ucrania.
«Mañana, con Biden, presentaremos un nuevo capítulo de nuestra asociación energética: gas natural licuado adicional de Estados Unidos a la Unión Europea para reemplazar el gas natural licuado que tenemos de Rusia. Un importante paso adelante», ha detallado la presidenta de Ejecutivo comunitario, quien ha insistido desde el comienzo de la invasión a Ucrania que acabar con la dependencia del gas ruso era una de las mejores formas de aislar al régimen de Vladímir Putin. Precisamente Rusia suministra a Europa el 40% del gas que consume.
El acuerdo se remonta a finales del pasado enero, cuando Estados Unidos y la Unión Europea sellaron un pacto para garantizar el suministro energético al mercado comunitario ante la posibilidad de ruptura con Rusia en plena escalada de tensiones. Von der Leyen y Biden firmaron, en ese momento, una declaración por la que se comprometían con la seguridad y la sostenibilidad energética, así como la aceleración hacia las energías limpias. La misma será ratificada este viernes.
División entre las economías europeas
Tras haber participado en la cumbre del G7, donde los países más industrializados del mundo han decidido restringir las ventas de oro de Rusia y reducir su dependencia energética de Moscú, la presidenta del Ejecutivo comunitario ha señalado que «la energía será un tema importante en la cumbre europea», al tiempo que ha asegurado que «el objetivo principal» es la compra conjunta de gas para poder ganar influencia con «el poder del mercado europeo», así como el almacenamiento conjunto de esta fuente energética.
Esta es la única medida con la que coinciden los Veintisiete. Y es que los jefes de Estado y de Gobierno europeos parten divididos en cuál es la receta idónea a corto plazo para poner freno a la escalada del gas y la electricidad: España y los países del sur defienden imponer topes de precios, mientras que Alemania, Holanda y los nórdicos mantienen su oposición frontal a cualquier intervención en el mercado eléctrico.
El Ejecutivo español, que viene reclamando desde hace semanas «una respuesta común y ambiciosa» al frenético incremento de los precios del gas y la electricidad, lo fía todo al paquete de medidas que salga de este cónclave, pues de ello dependerá el plan de choque que presentará el próximo 29 de marzo para aliviar el descontento de la calle. En declaraciones a su llegada al Consejo Europeo en Bruselas, Sánchez ha dicho que lo que busca es «una solución para todos» ante la crisis energética actual pero, dado que «esto puede llevar unas semanas», lo que plantean España y Portugal es que se pueda responder a la «particularidad» de estos dos países, al ser una isla energética» y tener una interconexión «mínima con el mercado energético europeo por debajo del 3 %».
El peor resultado sería que la decisión vuelva a aplazarse, tal como sucedió en diciembre, a la siguiente cumbre prevista para el mes de mayo. Los líderes esperarían así a que la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) presente en abril su informe final sobre la reforma del mercado eléctrico antes de comprometerse sobre ningún paso. En ese caso, el Gobierno ha confirmado que España tomaría las medidas necesarias en el caso de que la UE no lo hiciera.
Con información de RTVE de España