23 de febrero del 2022.- El informe que presentamos es un trabajo serio. Para los que dudan de sus conclusiones, les digo que en caso de que hubiera falsedades, tiene severas consecuencias para los trabajadores de la empresa y para la Baker Hughes, dice Bob Perez, vicepresidente de Baker Hughes para México y América del Sur “somos una empresa que cotiza en Bolsa y que además debe cumplir con las leyes anticorrupción de Estados Unidos que regulan las operaciones de empresas estadounidenses en el extranjero. En caso de incumplir con esas leyes puede haber fuertes sanciones económicas y cárcel para los responsables”, explica el directivo en entrevista con El Economista.
La investigación estuvo a cargo de un tercero y contó con el apoyo de al menos seis abogados de Baker Hughes que se encargaron de integrar la información y verificar que fuera correcta. Se revisó toda la información que contenía la computadora de Keith Schilling y otras fuentes relacionadas con la renta de la propiedad a Caroly Adams, esposa de José Ramón López Beltrán.
“El despacho externo que hizo el trabajo es McConnell Group. No encontró nada ilegal. Pueden decir que lo importante es que fue contratada por nosotros, pero yo quiero subrayar que las leyes estadounidenses establecen sanciones también para ellos, en caso de que no hicieran bien su trabajo. Además tiene una reputación que cuidar, ¿por qué arriesgar tanto por hacer un trabajo a modo”, se pregunta Pérez.
Una de las legislaciones anticorrupción que deben cumplir las empresas estadounidenses con operaciones fuera de su país es la Ley de Practicas Corruptas en el Extranjero, que establece sanciones fuertes de acreditarse la violación de sus disposiciones.
La investigación periodística vincula la renta de la casa en Houston, por parte de un ejecutivo de Baker Hughes con un incremento en la facturación de esta empresa en México. Bob Perez ofrece su versión de los hechos. Él llegó a México en 2019, donde antes había trabajado en empresas del sector energético. Baker Hughes pasó de facturar 2,900 millones de pesos en 2018 a 8,859 millones de pesos en 2021. En México, esta empresa emplea a 1,200 personas de manera directa y alrededor de “El incremento es importante, pero esto tiene que ver con que el volumen de negocio creció para todos los proveedores de Pemex. No es correcto decir que tuvimos un trato diferente al de otras empresas que venden servicios a Pemex. Esto se puede verificar porque los datos son públicos y están a disposición de quien los quiera consultar”, afirma Perez.
El despacho externo que hizo el trabajo es McConnell Group. No encontró nada ilegal. Pueden decir que lo importante es que fue contratada por nosotros, pero yo quiero subrayar que las leyes estadouni-denses establecen sanciones también para ellos, en caso de que no hicieran bien su trabajo”
Bob Perez, vicepresidente de Baker Hughes para México y América del Sur
La información proporcionada por la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza confrima que fueron varios los proveedores que incrementaron su facturación a Pemex, el número uno es la mexicana Cotemar, que pasó de 12,409 millones en 2018 a 18,757 millones en 2021. El segundo mayor proveedor es la empresa de origen suizo, Dowell Schlumberger, que tuvo 11,396 millones en 2018 y llegó a 16,398 millones en 2021. En esos años, del 2018 al 2021, las 25 mayores proveedoras de Pemex pasaron de recibir pagos por 73,186 millones en el último año del Gobierno de Enrique Peña Nieto a 164,494 millones en el tercer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El negocio de Baker Hughes creció por incremento de la actividad petrolera en México, insiste Bob Perez. “Entre 2018 y 2021 se duplicaron las plataformas activas, por lo que todas las contratistas resultaron beneficiadas. Si tú fueras a hablar con cualquier proveedor y dices oye, tú vendes hoy el doble de lo que vendías en 2018; pues acompañé el mercado. No es que lo ocurrido con Baker Hughes esté fuera de proporción con lo ocurrido con los competidores”.
¿Cómo cambiará este caso a Baker Hughes en México?, le pregunta El Economista a Bob Pérez, “nos servirá para fortalecer la cultura de cumplimiento (compliance)… estoy seguro de que no hemos hecho nada malo y confío en que esto quede claro conforme se conozca toda la información pertinente”.
Según el directivo, Baker Hughes cuenta con protocolos para asegurarse de cumplir con sus responsabilidades empresariales, además de que, en esa firma, por su carácter público, nadie puede tomar decisiones o acciones de manera individual como tomar un contrato y realizar pagos, además de que hay una serie de controles institucionales que permiten detectar acciones irregulares y a sus accionistas tener confianza sobre el manejo de la compañía.
Con información de El Economista