Morelia, Mich., 07 de noviembre del 2021.- A consecuencia de la plantación desmedida de aguacate y del crecimiento de la tala ilegal que se registra en Michoacán, la tasa de deforestación que reporta el estado asciende a cuando menos 66 mil 762 hectáreas al año, de acuerdo con un informe de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom).
El mayor problema en la deforestación que reporta el estado, reconocen las autoridades ambientales, se concentra en la plantación ilegal de aguacate, donde, con base en información de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), existen cerca de 35 mil huertas irregulares de aguacate, mismas que operan sin antes haber solicitado el permiso de cambio de uso de suelo correspondiente.
La degradación forestal causada por el cultivo de aguacate sería aún mayor, ya que, según el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Arturo Chacón Torres, a consecuencia de la “omisión y corrupción” que, dijo, gira en torno a la producción de aguacate en Michoacán, sólo un 80 por ciento de las huertas productoras del llamado “oro verde” cuentan con argumentos legales para poder operar.
Ante este escenario, en un informe proporcionado por la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial –en 2017-, se reconoce que Michoacán ocupa el tercer lugar entre las entidades con mayor deforestación anual.
“Oro verde”, entre la ilegalidad y la omisión
De acuerdo con el investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la UMSNH, Arturo Chacón Torres, de las 350 mil hectáreas de aguacate que, dijo, están operando actualmente en territorio michoacano, al menos un 80 por ciento no se ajustó a un dictamen de uso de suelo.
“Un 80 por ciento de las huertas aguacateras no hicieron cambio de uso de suelo, aunque después se legalizaron por razones políticas o de corrupción, pero nunca ha habido un estudio de cambio de uso de suelo para instalar una huerta de aguacate”, lamentó.
En medio de la “omisión” que dijo encontrar en las autoridades respecto a este tema, el investigador de la Universidad Michoacana alarmó sobre las consecuencias ambientales que ya se están presentando a consecuencia de la falta de regulación en la producción de aguacate, tras precisar que, por cada huerta activa, “se pierde agua que nutre a tres o cuatro hectáreas de bosque”.
Entre las consecuencias del crecimiento exponencial del cultivo de aguacate, dijo, destacan, la erosión de suelos, contaminación de mantos acuíferos y cuerpos de agua y enfermedades causadas por el uso de agroquímicos.
Aunque dijo tener conocimiento de que serían al menos 350 mil hectáreas de aguacate las que se encuentra activas a nivel estatal, reconoció que, “es difícil contar un dato preciso, porque las autoridades no responden a la contingencia ambiental que vivimos por el crecimiento de cultivos, dudo mucho que incluso ellas, las autoridades, tengan un dato preciso”.
Zonas boscosas, principales afectadas
Con base en información proporcionada por la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, de 1990 a 2010 la superficie arbolada de Michoacán decreció por un millón 355 mil 060 hectáreas, ante lo que la institución reconoce que el cambio de uso de suelo con fines agrícolas encabezaría entre las principales causas de este deterioro ambiental.
De la superficie arbolada afectada, según informó la dependencia estatal, 630 mil hectáreas corresponden a zonas boscosas y 750 mil a reservas ubicadas principalmente en la Sierra-Costa Nahua.
Como se mencionó al inicio de esta nota informativa, la Cofom reconoce que la tasa de deforestación anual que registra Michoacán es de 66 mil 762 hectáreas, de lo que se desprenden importantes áreas naturales devastadas por intereses de carácter agrícola.
Impera corrupción y complicidad de autoridades
A juicio de Julio Santoyo Guerrero, miembro del Consejo Estatal de Ecología, la tala ilegal, sobre todo en el Oriente de Michoacán, se desprende del cultivo de aguacate, ante lo que, condenó, “las autoridades no sólo han sido cómplices, también han incidido en actos de corrupción al permitir que nuestras zonas boscosas se sigan degradando”.
“Hay inoperancia de las instituciones responsables para poder contener esta ilegalidad, me refiero a que a nivel de nuestras leyes son bastante precisas, sobre todo la legislación federal es bastante clara con respecto al cambio de uso de suelo, pero las autoridades la ignoran, a contentillo de quienes, ilegalmente, están devastando la riqueza natural de Michoacán”, subrayó.
Frenarían exportación de aguacate
Aun cuando dijo ver complicidad en las autoridades federales, estatales y municipales, subrayó que, en respuesta a la agenda 2030, diversas disposiciones ambientales, de talla internacional, apuntan a que se estarían estableciendo regulaciones para blindar el ecosistema de la entidad.
Entre estas regulaciones, enfatizó, destacaría el hecho de contener la exportación de aguacate a Estados Unidos, con lo que consideró que se podría “poner un freno histórico al cultivo ilegal del mal llamado ‘oro verde’”.
La advertencia internacional sería tal, que el también miembro del Consejo Promotor de Áreas Natural Protegidas de Madero y Acuitizio remarcó que “la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) se ha comenzado a sujetar a campañas ambientalistas insólitas, porque se están dando cuenta de que el cultivo de aguacate ya no es sustentable”.
En un contexto general, el líder activista advirtió que la entidad podría quedarse con tan sólo un 10 por ciento de sus áreas boscosas para 2030, con relación a las áreas naturales que vestían al estado en los 90’s, ante lo cual urgió la necesidad de que exista una intervención gubernamental emergente, “o de lo contrario, en unos cuantos años, acabaremos con los pocos pulmones que le están quedando a Michoacán”.
Con información de El Sol de Morelia