- Discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador durante el Desfile Cívico Militar: 211 Años del Grito de Independencia.
- Presidente encabeza Desfile Cívico Militar por 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México.
CDMX, 16 de septiembre del 2021.- Al encabezar el inicio del Desfile Cívico Militar por el 211 Aniversario de la Independencia de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró el llamado a levantar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
“Ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: ‘las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos’. (…) Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno”, afirmó el jefe del Ejecutivo.
En presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y de su esposa, Lis Cuesta Pedraza, quienes asistieron como invitados de honor al acto conmemorativo, el mandatario confió en que Joseph Biden, presidente de Estados Unidos, ponga fin a la política de agravios hacia Cuba e impulse el entendimiento, el respeto mutuo y la libertad.
“En la búsqueda de la reconciliación también debe ayudar la comunidad cubano estadounidense haciendo a un lado los intereses electorales o partidistas. Hay que dejar atrás resentimientos, entender las nuevas circunstancias y buscar la reconciliación. Es tiempo de la hermandad y no de la confrontación”, enfatizó.
Sostuvo que el pueblo cubano ha resistido 62 años y defendido con dignidad el derecho a vivir de forma libre e independiente sin someterse a la injerencia de ninguna potencia extranjera en sus asuntos internos, lo que reconoció como “una indiscutible hazaña histórica”.
El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dijo sentirse honrado por participar en el desfile Cívico Militar. Indicó que su asistencia abona a los lazos históricos y de hermandad entre México y Cuba.
“Una muestra genuina de aprecio, cariño y respeto que agradezco profundamente en nombre de mi pueblo. La decisión de invitarnos tiene un valor inconmensurablemente mayor en momento en que sufrimos los embates de una guerra multidimensional con un bloqueo criminal recrudecido oportunistamente con más de 240 medidas en medidas en medio de la pandemia de la COVID-19 que tan dramáticos costos tiene para todos, pero en particular para los países de menor desarrollo”, remarcó.
Además destacó la solidaridad del pueblo mexicano, la cual “ha despertado una mayor admiración y el agradecimiento más profundo. (…) Cuba recordará siempre sus expresiones de apoyo, su permanente reclamo por el levantamiento del bloqueo y porque se convierta el voto anual de Naciones Unidas en hechos concretos, algo que su país ha cumplido de forma ejemplar para con nuestro pueblo”.
Recordó los envíos de insumos médicos y alimentos que hizo el gobierno mexicano a Cuba; dijo que estas expresiones de fraternidad seguirán como sucedió con el refuerzo de personal médico que su país realizó a México para atender a personas enfermas de COVID-19.
- Discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador durante el Desfile Cívico Militar: 211 Años del Grito de Independencia.
Excelentísimo señor Miguel Díaz-Canel, presidente de la República de Cuba;
General Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa;
Almirante José Rafael Ojeda Durán;
Representantes del gobierno de México, del poder ejecutivo, legislativo y judicial;
Pueblo de México;
Amigas, amigos todos:
Por esas singularidades de nuestra historia, la fecha que más celebra el pueblo de México es la del inicio, la del Grito y no la de la consumación de la Independencia nacional.
A los mexicanos nos importa más el iniciador, el cura Hidalgo, que Iturbide, el consumador, porque el cura era defensor del pueblo raso y el general realista representaba a la élite, a los de arriba, y solo buscaba ponerse la diadema imperial.
Hidalgo fue otra cosa. A él le tocó con Allende, Aldama, Jiménez y otros dirigentes populares enfrentar a la oligarquía dominante y proclamar la abolición de la esclavitud.
El pensamiento de Hidalgo era subversivo. Nada en su personalidad lo distanciaba de ser un revolucionario y no se andaba por las ramas. Por ejemplo, en una de sus cartas al intendente Juan Antonio Riaño, escribía: “No hay remedio, señor intendente: el movimiento actual es grande, y mucho más cuando se trata de recobrar derechos santos, concedidos por Dios a los mexicanos, usurpados por unos conquistadores crueles, bastardos e injustos, que auxiliados de la ignorancia de los naturales, y acumulando pretextos santos y venerables, pasaron a usurparles sus costumbres y propiedad y vilmente, de hombres libres, convertirlos a la degradante condición de esclavos.”
Al mismo tiempo, Hidalgo era un hombre profundamente humano, un auténtico cristiano. Así lo demuestra el hecho de que, para evitar el degüello de miles de oponentes realistas, pero también de inocentes, prefirió quedarse en el cerro de Las Cruces y no tomar la Ciudad de México, que estaba prácticamente rendida.
Sin embargo, sus adversarios nunca le perdonaron la osadía de querer igualar a los pobres con las clases más favorecidas. Baste recordar el juicio en que lo excomulgan y la manera en que lo asesinan, le cortan la cabeza y la exhiben como escarmiento por más de diez años en la plaza principal de Guanajuato.
Ningún dirigente en la historia de México ha recibido más insultos que el cura Hidalgo. Paco Ignacio Taibo hace un recuento de todos los improperios: “endurecida alma, escolástico sombrío, monstruo, taimado, corazón fementido, rencoroso, padre de gentes feroces, Cura Sila, entraña sin entrañas, villano, hipócrita, refinado, tirano de tu tierra, pachá, lo-cura, imprudentísimo bachiller, caco, malo, malísimo, perversísimo, ignorantísimo bachiller Costilla, excelentísimo pícaro, homicida, execrable majadero, badulaque, borriquísimo, primogénito de Satanás, malditísimo ladrón, liberticida, insecto venenoso, energúmeno, archiloco americano”.
Por si fuese poco, en el juicio de excomunión lo llaman demagogo, “desnaturalizado y frenético”.
Él se defendía respondiendo que actuaba con apego a su conciencia y es célebre la frase que dirige a sus acusadores: “Abrid los ojos americanos, no os dejéis seducir de nuestros enemigos: ellos no son católicos sino por política: su Dios es el dinero y las conminaciones solo tienen por objeto la opresión. ¿Creéis acaso que no puede ser verdadero católico el que no esté sujeto al déspota español?”. En fin, si Hidalgo no hubiese sido auténtico, como lo era, no lo hubiesen sacrificado con tanta saña como lo hicieron con Jesús Cristo.
Sin embargo, Hidalgo, en sus últimas horas, dio muestra de un temple excepcional y de una serenidad conmovedora, y hasta tuvo el gesto de una insólita amabilidad de componer unas décimas de agradecimiento a sus carceleros por el buen trato que le brindaron. Una de ellas dedicada al cabo Manuel Ortega, dice así:
Ortega, tu crianza fina,
tu índole y estilo amable
siempre te harán apreciable
aún con gente peregrina.
Tiene protección divina
La piedad que has ejercido
Con un pobre desvalido
Que mañana va a morir,
Y no puede retribuir
ningún favor recibido.
Lo que le permitió al Padre de la Patria enfrentar la muerte con aplomo y tranquilidad fue la paz con su conciencia, la certeza de que, con fidelidad a sus principios y valores, había hecho lo correcto y lo que era necesario para el bien del pueblo al que se debía.
Cuando lo iban a fusilar, a cuatro metros de distancia, los soldados temblaban, le dieron varios tiros sin matarlo y el sargento del pelotón tuvo que ordenar a dos de ellos que le pusieran las bocas de los fusiles directamente en el corazón. Después de matarlo le cortaron la cabeza y junto con las de Allende, Aldama y Jiménez, las colocaron en cada esquina del edificio de la Alhóndiga de Granaditas.
Nosotros, los mexicanos, nos sentimos orgullosos por este héroe y de muchos más, porque aquí, como en ninguna otra parte, el movimiento independentista no se inició por simples reacomodos en las cúpulas del poder ni se gestó únicamente por un sentimiento nacionalista, sino que fue fruto de un anhelo de justicia y de libertad.
Por ello, el grito de libertad y justicia va antes que el de la independencia política.
No obstante, este ideal profundo representó todo un desafío para los potentados, quienes lograron contenerlo y postergar su realización durante cien años, porque es hasta un siglo después de consumada la Independencia, que otro grito, el de la Revolución Mexicana de 1910, empezara a convertir en realidad los sueños y los ideales de los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos, de Josefa Ortiz de Domínguez, de Leona Vicario, de Juan Aldama, de Ignacio Allende, de José Mariano Jiménez y de muchos otros dirigentes, mujeres y hombres, que comenzaron la lucha por la emancipación auténtica del pueblo de México.
El día de hoy recordamos esa gran gesta histórica y la celebramos con la participación del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien representa a un pueblo que ha sabido, como pocos en el mundo, defender con dignidad su derecho a vivir libres e independientes, sin permitir la injerencia en sus asuntos internos de ninguna potencia extranjera. Ya he dicho y repito: podemos estar de acuerdo o no con la Revolución Cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento, es una indiscutible hazaña histórica.
En consecuencia, creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.
Ahora solo agrego que el gobierno que represento llama, respetuosamente, al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”.
Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito –algo que no parece probable por la dignidad a que nos hemos referido–, repito, si tuviera éxito, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco. En una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos.
Es mejor el entendimiento, el respeto mutuo y la libertad sin condiciones ni prepotencia. Todavía vive, y desde esta plaza principal de México le enviamos un saludo al presidente Jimmy Carter, quien supo entenderse con el general Omar Torrijos para devolverle a Panamá el Canal y su soberanía.
Ojalá el presidente Biden, quien posee mucha sensibilidad política, actúe con esa grandeza y ponga fin para siempre a la política de agravios hacia Cuba.
En la búsqueda de la reconciliación también debe ayudar la comunidad cubano estadounidense, haciendo a un lado los intereses electorales o partidistas. Hay que dejar atrás resentimientos, entender las nuevas circunstancias y buscar la reconciliación. Es tiempo de la hermandad y no de la confrontación. Como lo señalaba José Martí, el choque puede evitarse, “con el exquisito tacto político que viene de la majestad del desinterés y de la soberanía del amor”.
¡Que viva la Independencia de México!
¡Que viva la Independencia de Cuba!
¡Que viva la Independencia de todos los pueblos del mundo!
¡Que viva la fraternidad universal!
Zócalo de la Ciudad de México, 16 de septiembre de 2021
- Presidente encabeza Desfile Cívico Militar por 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México.
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el Desfile Cívico Militar por el 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México. Aseguró que dicho acontecimiento histórico fue resultado del anhelo de justicia y libertad.
“Este ideal profundo representó todo un desafío para los potentados, quienes lograron contenerlo y postergar su realización durante cien años, porque es hasta un siglo después de consumada la Independencia, que otro grito, el de la Revolución Mexicana de 1910, empezara a convertir en realidad los sueños y los ideales de los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos, de Josefa Ortiz de Domínguez, de Leona Vicario, de Juan Aldama, de Ignacio Allende, de José Mariano Jiménez y de muchos otros dirigentes, mujeres y hombres, que comenzaron la lucha por la emancipación auténtica del pueblo de México”, expresó.
Acompañado de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel y Lis Cuesta Peraza, esposa de su homólogo, el jefe del Ejecutivo resaltó la relevancia del precursor del movimiento, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, a quien se refirió como un héroe profundamente humano y fiel a sus principios y valores.
“El cura era defensor del pueblo raso. (…) A él le tocó con Allende, Aldama, Jiménez y otros dirigentes populares enfrentar a la oligarquía dominante y proclamar la abolición de la esclavitud. El pensamiento de Hidalgo era subversivo. Nada en su personalidad lo distanciaba de ser un revolucionario y no se andaba por las ramas. (…) Sus adversarios nunca le perdonaron la osadía de querer igualar a los pobres con las clases más favorecidas”, explicó.
En la Plaza de la Constitución recordó que “lo que le permitió al Padre de la Patria enfrentar la muerte con aplomo y tranquilidad fue la paz con su conciencia, la certeza de que, con fidelidad a sus principios y valores, había hecho lo correcto y lo que era necesario para el bien del pueblo al que se debía”.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, indicó que, en contraste con las luchas armadas de otras épocas para la construcción de la nación “en nuestros días las cosas son diferentes y los procesos de transformación se inician democráticamente con el pueblo que ejerce su derecho ciudadano de elegir un proyecto de nación con el que se identifica y está convencido de su viabilidad”.
El titular de la Sedena convocó a la unidad por encima de las diferencias para alcanzar los objetivos nacionales.
“Todos somos mexicanos y es necesario estar unidos con el propósito común de alcanzar las aspiraciones y objetivos nacionales, porque la unidad es la mayor fortaleza para lograr que el país avance con progreso y bienestar social, con justicia y auténtico Estado de derecho”, subrayó.
A nombre del Ejército, Fuerza Aérea y Armada sostuvo que las instituciones militares seguirán respaldando al Gobierno de la Cuarta Transformación en defensa de la integridad, independencia y soberanía, así como en la seguridad interior, auxilio a la población y el desarrollo nacional.
“Nos preparamos cada día para fortalecer nuestras capacidades institucionales en aras de cumplir de manera eficaz las misiones y tareas que tenemos asignadas, siempre con respeto a los derechos humanos y manteniéndonos cerca del pueblo para protegerlo permanentemente, porque estamos orgullosos de que nuestros orígenes y porque sabemos que lo más importante es México”, aseveró.
Informó que, como cada 16 de septiembre, desde 1935 por decreto presidencial del general Lázaro Cárdenas del Río, la mañana de este jueves los integrantes del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional marcharon y presentaron su adiestramiento, organización, capacidades operativas, logísticas, disciplina y marcialidad.
Se sumaron a los festejos patrios en este acto, agrupamientos de delegaciones militares de países amigos como: Argelia, Argentina, Bangladesh, Belice, Colombia, Costa de Marfil, Francia, Honduras, Italia, Marruecos, Perú, Reino Unido y Venezuela.
El general de división diplomado de Estado Mayor, Gabriel García Rincón, oficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional y comandante de la columna del desfile, detalló que participaron 34 banderas de guerra nacionales, 13 banderas y 437 militares de fuerzas armadas amigas, 15 mil 180 integrantes de las tres Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional, 60 charros, 599 vehículos, seis unidades de maquinaria pesada, 276 caballos y 205 canes.
En la parte aérea militar, 71 aviones, 28 helicópteros, es decir, un total de 99 aeronaves. Sobre plataformas desfilaron seis helicópteros y cuatro aviones no tripulados.
Acompañaron al presidente en el presídium, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo, los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de Marina, José Rafael Ojeda Durán y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon y el coordinador de Asesores de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas Batel.
Del Poder Legislativo, la presidenta de la mesa directiva del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero y el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados Sergio Gutiérrez Luna. Del Poder Judicial, el Ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Por parte de la comitiva de Cuba, asistieron con el presidente Díaz-Canel, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca Díaz y el asesor principal, Luis Alberto Rodríguez López-Callejas.