Parecía que nadie podía controlar la ola de inseguridad en la ciudad de Morelia, cabalgaban al menos hasta la semana anterior de manera cotidiana delitos contra la salud, se observaba un incrementos importante en extorsiones, un incremento en secuestros e incluso robos en carreteras, robos de vehículos mostrando una gran saña en relación a aquellos ciudadanos que se cruzaban en el camino de los delincuentes.
Ante la opinión publica un acontecimiento, el asesinato del joven Alan Milian Valencia que habría defendido a su madre ante el robo de su auto y que como respuesta recibió varios impactos de bala, desencadeno la ira de la ciudadanía ante una autoridad que solo mostraba en sus estadísticas resultados que estaban fuera de la realidad y la percepción ciudadana.
El Gobernador Vallejo ordeno entonces que como nunca se trabajara con una completa coordinación entre la Procuraduría General de Justicia y la Secretaria de Seguridad Pública, reconociendo con ello que se incrementaban los índices delictivos en la capital michoacana.
El Secretario de Seguridad Publica rápidamente mostro también su preocupación ante el incremento de la delincuencia común en Morelia y tuvo el valor también de declararlo.
Desafortunadamente para el Presidente Municipal de Morelia, ni lo que dice el Gobernador, ni lo que dice el Secretario de Seguridad y mucho menos lo que haga el Procurador de Justicia le merece la menor intención de hacer sentir a la ciudadanía su preocupación por lo que sucede en la ciudad, Wilfrido Lázaro Medina al parecer vive en otro lugar del que gobierna, ya que para el la capital del estado es una ciudad donde la inseguridad no es un problema.
La ciudadanía le ha enviado diversas llamadas de atención, al construir bardas, cerrar calles, implementar medidas de seguridad en sus colonias ante la indiferencia del Presidente Municipal de Morelia y ante las amenazas del Ayuntamiento de hacer valer el reglamento y echar abajo lo que presuntamente esta sirviendo de escudo de seguridad para los moelianos.
Mi percepción muy especial y particular sobre todo es que el operativo gubernamental esta funcionando, que en cuanto a evitar que cunda la inseguridad en Morelia se están logrando los propósitos, esta semana no me llego información como venia sucediendo en días anteriores donde el delito del fuero común atemorizaba y era recurrente, parece hasta ahora que el operativo esta funcionando, lo que sigue sin funcionar hasta hoy es la percepción del Presidente Wilfrido que en lugar de vivir en Morelia vive simplemente en un lugar llamado Willylandia, muy pequeño, pero muy pequeño le queda su respuesta ante su deseo de ser el próximo gobernador de Michoacán.
Articulista: Dr. Ignacio Martínez