Por Manuel Lozada.- Tras el veredicto del IFE y el Tribunal Federal electoral para exonerar a Enrique Peña Nieto por el presunto delito de superar gastos de campaña y doblegar voluntades con las famosas tarjetas de «MONEX» , de manera más que sorpresiva las cámaras y reflectores giraron hacia Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial contendiente junto con Josefina Vázquez Mota, Gabriel Quadri y el ahora Presidente Peña Nieto.
Una maniobra muy sucia y burda por parte del sistema, ya que fue evidente el «soborno electoral» por medio no solo de las tarjetas de Monex, sino también por las tarjetas de «monederos electrónicos» de Soriana; de tal manera que , mientras la atención pública estaba en el caso de Cassez, el Tribunal Federal Electoral perdonaba al ya Presidente Peña Nieto de todas sus culpas, el pueblo hacía berrinche por la libertad de Cassez, el tema de Peña Nieto era «pecata minuta» en ese momento y cuando todo terminó …el «show» debería de continuar, así que de manera sorpresiva, el «caso» de culpabilidad en excesos de dinero en campaña le fue tornado a otro ex candidato en este caso, al que le sigue siendo incómodo al actual régimen, pues quien definitivamente superó y con mucho también en el gasto de campaña, fue Josefina Vázquez Mota, contando con todo el apoyo del aparato Calderonista y panista en ese entonces hasta su «fatal» desenlace que terminó en enemistad entre ambos.
La forma de revirar el tema de gastos de campaña, se urdió desde las misma entrañas del IFE, concretamente de sus directivos quienes también fueron partícipes del fraude electoral del cual sabemos los resultados. Siendo juez y parte las autoridades de este país, la justicia y equidad está muy lejos de ser conocida actualmente por la población. Los gobernantes corrompen los órganos colegiados de vigilancia y equidad desde su misma formación, pues están viciados de origen; el gobierno no puede habilitar ni formar organismos vigilantes y ser el mismo gobierno quien les pague. En democracias evolucionadas como en Noruega, los organismos de vigilancia al gobierno, son formados por la ciudadanía, carecen de sueldos por ser elementos honorarios, realmente ponen atención tanto el gobierno como la ciudadanía en sus acciones.
México sigue siendo un país donde el mismo gobierno se juzga a sí mismo…nada más ilógico, irreal e irracional que este «acto de contrición, el poder como siempre, corrompe y actúa según sus conveniencias…¿quieren ejemplos? simplemente volteen a su alrededor, diariamente verán cómo las autoridades se contradicen a si mismas, cayendo en una incoherencia realmente absurda.