Por Manuel Lozada.- Tomás Ángeles Dauahare, ex subsecretario de la Defensa Nacional; del general Roberto Dawe González, el teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto, el mayor Iván Reyna Muñoz y el general Rubén Pérez Ramírez han sido declarados culpables y se les ha ratificado el auto de formal prisión. Un acto más de Genaro García Luna como operador y artífise de montajes, falsificación y siembra de pruebas , en compañía de Marisela Morales, con el mandato de Felipe Calderón para «quitarlos de enmedio» y dejaran de entorpecer sus planes.
La detención de los generales ocurrió entre el 14 y el 17 de mayo pasado. Los testigos protegidos identificados como Jennifer (Roberto López Nájera), Mateo (Sergio Villarreal El Grande), Gerardo Álvarez Vázquez El Indio y Édgar Valdés Villarreal La Barbie, los acusaron de dar protección e información oficial al cártel de los Beltrán Leyva.
Los generales fueron primero arraigados y después consignados y formalmente presos en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México. Sin embargo, en agosto pasado, La Barbie y El Indio declararon bajo protesta de decir verdad que no conocían a los generales imputados, lo que abrió la posibilidad a los abogados de los altos mandos detenidos a solicitar su excarcelación y libertad por desvanecimiento de pruebas, a lo que la SEIDO ha respondido que la acusación sigue firme con las imputaciones de Jeniffer y Mateo.
Un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional del 16 de mayo de 2012 informaba que la detención de los generales “carece de connotación política o de relación alguna con las campañas (políticas) en curso o los candidatos en contienda”. Siendo «secreto a voces» que este caso va más allá y hasta se ha llegado a pensar en un asunto entre liberales y conservadores, ya que los militares, en el caso de dos de ellos, cuando menos, es bien sabido su filiación «liberal».
En círculos militares, sin embargo, se mantiene la hipótesis de que la aprehensión, al menos del general Ángeles Dauahare, estuvo relacionada con el proceso de sucesión en la Sedena. El divisionario en retiro había sido subsecretario del ex secretario Guillermo Galván Galván (a quien incluso le disputó el puesto de titular) y asesoraba en materia de seguridad nacional a quien al momento de la detención era candidato presidencial del PRI.
La imputación de los generales tuvo que sustentarse en la figura de testigo protegido, de la que mucho se abusó en la administración pasada, que dio lugar a severos fracasos de la PGR y que el nuevo procurador general, Jesús Murillo Karam, ha ofrecido revisar y acotar.
Desafortunadamente, el día de hoy fué ratificada la sentencia de formal prisión, el caso se turnó a Guanajuato, cuna del «opus dei» y » yunke» , acérrimos rivales de los «liberales», quienes por fanatismo son capaces de todo, para muestra solo basta remembrar el caso de asesinatos en el «Cerro del Cubilete» hace varias décadas, donde se tiene registrada en una averiguación previa y en expediente, que uno de los participantes en esos crímenes era nada más y nada menos que Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato en este sexenio pasado, a manera de «ritual yunkista y opusdeista» castigando «herejes» . Este caso de los militares liberales, se puede ver más que «entre líneas» fue premeditado el pasarlos a Guanajuato con miras a que el caso «no se les saliera de las manos», además que ahi Calderón mantiene aún cierto poder y amistades que hasta el momento, le son «leales». Benedicto XVI los «premió» «descendiendo de los cielos» directamente de Italia cuando su visita a México…por la enorme «fidelidad» de este estado al clero y la clara actividad de los integrantes yunkistas, opusdeistas, caballeros de Colón que residen ahi y trabajan arduamente a favor del Vaticano.
La detención de los generales ocurrió entre el 14 y el 17 de mayo pasado. Los testigos protegidos identificados como Jennifer (Roberto López Nájera), Mateo (Sergio Villarreal El Grande), Gerardo Álvarez Vázquez El Indio y Édgar Valdés Villarreal La Barbie, los acusaron de dar protección e información oficial al cártel de los Beltrán Leyva.
Los generales fueron primero arraigados y después consignados y formalmente presos en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México. Sin embargo, en agosto pasado, La Barbie y El Indio declararon bajo protesta de decir verdad que no conocían a los generales imputados, lo que abrió la posibilidad a los abogados de los altos mandos detenidos a solicitar su excarcelación y libertad por desvanecimiento de pruebas, a lo que la SEIDO ha respondido que la acusación sigue firme con las imputaciones de Jeniffer y Mateo.
Un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional del 16 de mayo de 2012 informaba que la detención de los generales “carece de connotación política o de relación alguna con las campañas (políticas) en curso o los candidatos en contienda”. Siendo «secreto a voces» que este caso va más allá y hasta se ha llegado a pensar en un asunto entre liberales y conservadores, ya que los militares, en el caso de dos de ellos, cuando menos, es bien sabido su filiación «liberal».
En círculos militares, sin embargo, se mantiene la hipótesis de que la aprehensión, al menos del general Ángeles Dauahare, estuvo relacionada con el proceso de sucesión en la Sedena. El divisionario en retiro había sido subsecretario del ex secretario Guillermo Galván Galván (a quien incluso le disputó el puesto de titular) y asesoraba en materia de seguridad nacional a quien al momento de la detención era candidato presidencial del PRI.
La imputación de los generales tuvo que sustentarse en la figura de testigo protegido, de la que mucho se abusó en la administración pasada, que dio lugar a severos fracasos de la PGR y que el nuevo procurador general, Jesús Murillo Karam, ha ofrecido revisar y acotar.
Desafortunadamente, el día de hoy fué ratificada la sentencia de formal prisión, el caso se turnó a Guanajuato, cuna del «opus dei» y » yunke» , acérrimos rivales de los «liberales», quienes por fanatismo son capaces de todo, para muestra solo basta remembrar el caso de asesinatos en el «Cerro del Cubilete» hace varias décadas, donde se tiene registrada en una averiguación previa y en expediente, que uno de los participantes en esos crímenes era nada más y nada menos que Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato en este sexenio pasado, a manera de «ritual yunkista y opusdeista» castigando «herejes» . Este caso de los militares liberales, se puede ver más que «entre líneas» fue premeditado el pasarlos a Guanajuato con miras a que el caso «no se les saliera de las manos», además que ahi Calderón mantiene aún cierto poder y amistades que hasta el momento, le son «leales». Benedicto XVI los «premió» «descendiendo de los cielos» directamente de Italia cuando su visita a México…por la enorme «fidelidad» de este estado al clero y la clara actividad de los integrantes yunkistas, opusdeistas, caballeros de Colón que residen ahi y trabajan arduamente a favor del Vaticano.
El quinto Tribunal Unitario de Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región en Guanajuato, ratificó el auto de formal prisión dictado a los generales que fueron consignados por la PGR, por delitos relacionados con el crimen organizado. Dicho Tribunal analizó el caso 258/2012, sobre el cual resolvió confirmar el auto de formal prisión por delincuencia organizada en su modalidad de delitos contra la salud y colaboración al fomento para posibilitar la ejecución de delitos contra la salud.
Este acto será otro caso más en que se le señale a la admnistración calderonista como fascista sin duda alguna, al igual que los cientos de inocentes que son «atrapados» como grandes delincuentes y son para llenar la «cuota» de arraigos que necesitaron la PFP para estar cobrando la cuota económica de los EE. UU. vía » Plan Mérida».