Columna Política «Ensalada de Grillos», por Ciro Castillo (05-X-2020).- El martes anterior, cuando se llevó a cabo el debate entre Donald Trump y Joe Biden, aspirantes a la Presidencia de los Estados Unidos para los próximos cuatro años, la conclusión a la que expertos y no expertos llegaron es que la nación de “la libertad y la democracia” está sumamente dividida.
Si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar, es lo que debiera hacer México, donde siempre hemos cojeado de la pata del divisionismo, pero recientemente parece estar exacerbada.
LAS ÉLITES
Tiene razón Andrés Manuel López Obrador cuando critica a las élites, porque efectivamente eran quienes se repartían el pastel.
Eran los de una pequeña burbuja los que tenían las mejores oportunidades de sobresalir en casi todos los aspectos sociales.
Eran los integrantes de unas cuantas familias de políticos los que, con el apellido, heredaban y siguen heredando cargos públicos, o bien, eran candidateables, aunque para ello no tuvieran que mover un dedo.
Eran los más poderosos económica y políticamente los que se podían darse el lujo de no pagar impuestos y nadie los molestaba.
En fin, tiene razón en muchas cosas el fundador de Morena, quien ha optado por evitar utilizar aviones oficiales o caer en los excesivos lujos en que cayeron priístas y panistas; sin embargo, también hay muchas cosas en las que no tiene razón porque estamos regresando a lo de siempre: un divisionismo estéril que no llevará a nada.
Ese divisionismo, arrastrado quizá desde los tiempos de la conquista, luego la independencia, la revolución y la post revolución, ha provocado que México no tenga un verdadero proyecto de nación que supere gobiernos y gobernantes.
REINVENTORES
Cada que llega uno nuevo, principalmente uno de un color distinto, inventa su propio proyecto y casi todo lo que hizo el anterior es malo, es equívoco y no sirve.
Por eso, aunque AMLO tenga razón en las trapacerías que cometieron los demás que le antecedieron, no tiene que convertir todo eso en un show que no llevará a nada bueno, salvo un triunfo político.
De nada sirve que todos los días ataque a Calderón, a Fox y a Salinas, si no presentará pruebas en su contra que los lleve a ser detenidos por la FGR “independiente”.
De nada sirve que haya buenos y malos, fifís y chairos, liberales y conservadores, amlistas y antiamlistas, seguidores y opositores, los que están conmigo o los que están en mi contra.
De seguir como vamos, con un FRENAA enarbolando la tonta idea de que renuncie el Presidente que fue elegido, nos guste o no, por 30 millones de mexicanos que le creyeron. De seguir con un Presidente que va al estado de un “opositor” como Javier Corral, del PAN, y ni siquiera lo invita a un acto protocolario, aunque tengan diferencias, lo único que haremos es continuar con una nación en la que no avanzamos y siempre estamos divididos…
PREGUNTA CON GRILLA
¿El viernes, cuando AMLO mandó “al carajo” al oportunismo en los partidos políticos se refirió a alguien en particular en Morena o simplemente generalizó…?