Las islas del Pacífico Sur, seguidas de Nueva Zelanda y de Australia con sus tradicionales fuegos artificiales en la bahía de Sídney fueron los primeros países en celebrar la llegada del nuevo año 2013.
Según la agencia ambito.com, más de 1,5 millones de personas asistieron a los fuegos artificiales que cada año surcan el cielo en la bahía de Sidney, iluminando su famosa ópera con forma de velas marinas.
En Europa, las celebraciones comenzarán en Rusia, con fuegos artificiales en la Plaza Roja de Moscú, sobre el Támesis en Londres después de que el Big Ben marque la medianoche con sus 12 campanadas y en otras muchas capitales europeas, desde Estocolomo a Lisboa pasando por la Puerta del Sol deMadrid.
En cambio, no habrá fuegos artificiales en París donde, como cada año, se espera la afluencia de decenas de miles de personas, muchas de ellas turistas, a los Campos Elíseos y al pie de la Torre Eiffel para celebrar el paso al año 2013.
En Nueva York, cientos de miles de personas se darán cita en Times Square para asistir a una tradición de más de un siglo de antigüedad: el descenso de una bola de cristal multicolor a lo largo de un poste durante 60 segundos, hasta la medianoche.
En el continente africano, Nelson Mandela, convaleciente después de 19 días ingresado en un hospital, pasará la Nochevieja en familia. El presidente sudafricano, Jacob Zuma, llamó a sus compatriotas a rezar para que el héroe de la lucha antiapartheid y premio Nobel de la Paz 1993 pueda soplar las 95 velas el próximo año.
Por primera vez, la Birmania budista, que dejó atrás décadas de aislamiento para sumergirse en una transición democrática, celebrará el acontecimiento al unísono del planeta con un espectáculo pirotécnico previsto en Rangún en presencia de 50.000 personas.
El cambio de año tendrá un sabor particular en Timor Oriental, protagonista de una sangrienta transición hacia la democracia: diez años después de la independencia, la fuerza internacional de la ONU se retira oficialmente del país este lunes.
En Japón, las familias suelen aprovechar estos días para acudir a los templos antes de sentarse delante de la televisión para ver el programa de fin de año «Kohaku Uta Gassen», seguido por un 40% de los japoneses.
En Dubái, grandes fuegos artificiales iluminarán las 200 plantas del Burj Jalifa, la torre más alta del mundo, mientras de fondo suena la música sinfónica tocada en directo por la Orquesta Filarmónica de Praga.
En Río de Janeiro, los fuegos artificiales que durarán 16 minutos podrán verse desde la playa de Copacabana.