Columna Política «La Feria», Sr. López (26-VI-2020).- Mencionó ayer este irreverente menda, algunas explicaciones que nos debe el Presidente de la república, quien actúa como propietario del país, olvidando que lo contratamos para cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes que de ella emanen y aparte, ejecutar el plan nacional de desarrollo que le aprobó el Congreso. Esa es su chamba. Punto.
Quedó pendiente el muy desagradable asunto de los extranjeros de peculiares antecedentes políticos, amigos de Morena o que participan en ese partido, el Congreso y el gobierno, considerando que el artículo 33 de la Constitución Política de este país, reza:
“Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.
“De ninguna manera”. Si está mal esta disposición, que la cambien, pero mientras no la cambien es de observancia obligatoria… y no anda uno prestando oídos a chismes de mingitorio de cantina: la Gaceta Parlamentaria del Senado el 12 de febrero del año pasado, enlistó un punto de acuerdo para expulsar, previa audiencia, al asesor de Morena en el Senado, Abraham Mendieta Rodríguez, español con visa de turista, quien se ha inmiscuido en los asuntos políticos del país en reiteradas ocasiones…y por interpelar y reconvenir a miembros del Senado. Nomás.
Una cosa así en otro país, hubiera sido un escandalazo de pronóstico reservado, acá no, acá tenemos la piel muy gruesa. No pasó nada y don Mendieta, el 25 de septiembre pasado, muy orondo, puso el siguiente tuitazo: “Yo no soy peligroso, pero soy jodidamente molesto cual zancudo. ¡Ay del diputado de Morena que vote contra el derecho a la interrupción del embarazo en Oaxaca! Le voy a pedir la expulsión por meses”. ¡Áchis!
No merecería mayor comentario el churumbel este si no fuera porque pertenece a las filas de ‘Podemos’, partido político de España, de una izquierda de cafetín -muy estudiosos, eso sí, aunque menos de lo que aparentan, eso también-, que defienden la hegemonía del proletariado (muy actualizados están), que proponía Antonio Gramsci (1891-1937), marxista de esos que jamás leyeron ‘El Capital’ (como Stalin y Mao, dicho por ellos), porristas de Lenin, el mal bicho ese cuya religión era odiar (acuñó la frase: “Entre peor, mejor”)… ¡ah! y estos discípulos de ‘Podemos’ opinan que el populismo es una manera como cualquier otra de hacer política.
No es dogma pero algo hay de cierto en eso de ‘dime con quién andas y te diré quién eres’. Ese asesor no es caso único, de esa calaña o pelaje similar hay otros en Morena, por ejemplo el Israel Arconada Gómez (a) Katu Arkonada, nombre que adoptó, vaya usted a saber por qué, quien se define: “vasco de identidad, boliviano de nacionalidad y venezolano y chavista de corazón”… ¡ay qué ingenio!; miembro de Askapena, una de las organizaciones del brazo político de la ETA, ese amable grupo terrorista que con chiquitas no se anduvo durante años, poniendo bombas y asesinando. Don Arkonada no anduvo matando, parece, pero se vino a hacer la América, participó en el gobierno de Evo Morales (el agradecido refugiado de AMLO), y apoya con toda el alma al muy democrático gobierno de Maduro en Venezuela. ¡Olé la gracia!
Cobijado por Dolores Padierna y René Bejarano, Katu aterrizó en Morena, ahora es asesor de Gerardo Fernández Noroña (a) El Caballero de la Política y lo cobija cariñoso, Héctor Díaz Polanco, presidente de la Comisión de Honor y Justicia de Morena, sí, ese señor, también extranjero, dominicano, residente no naturalizado mexicano hasta donde San Google permite averiguar, quien, si es el caso, tampoco podría intervenir en política y lo hace muy fresco, tanto que el 1 de octubre de 2017, declaró: “Digámoslo directo, la integración de México en la revolución bolivariana (la de Venezuela, no se distraiga), eso haría a mi juicio una gran diferencia con la situación que tenemos ahora. Necesitamos ampliar esa revolución”. Bueno, no usa máscara… ¿no le gustaría irse a la tierra que lo vio nacer a promover la revolución bolivariana?; no… acá viven bien.
Algo le pasa a los de Morena que sienten mojaditos los fondillos cuando de españoles se trata, pero españoles rojo subido (muy pasado de moda), mire si no: el martes 19 de marzo del año pasado, Martí Batres, primer presidente de Morena, invitó al senado a un caballero de todos sus respetos, Arnaldo Otegui Mondragón, etarra, preso un total de 14 años por delitos muy feos (secuestro) y otros no tan feos, metiendo mucho ruido a la relación México-España, pues lo tienen por pájaro de cuenta, separatista, de los que no se doblan y España lo que quiere es llevar la fiesta en paz con México y tratar de proteger a sus empresarios que vinieron acá a invertir y ahora se sienten perseguidos, para gusto de nuestro Presidente, que ya ven, es travieso desde niñito.
Otros de ‘Podemos’, que apoyan a Morena (y en España hay sospechas que eso incluyó dinero durante la campaña de López Obrador… qué feo es el chisme), son los muy importantes comunistas de hotel cinco estrellas, Juan Carlos Monedero (dijo que nuestro Presidente -no es cita- podría ir por la ruta del argentino Juan Domingo Perón o el venezolano Hugo Chávez… ¡dioses!); y el insoportable simpático a palos Pablo Iglesias, promotor en su país del impuesto a los ricos, embarrado hasta las cejas en un albañal de averiguatas judiciales que incluyen sospechas de financiamiento ilegal a su partido de parte de islamitas iraníes, Chávez, Maduro y Evo Morales… bueno, eso dice el gobierno de los EUA, seguro no es cierto, ya ve cómo son de despistados los yanquis.
Se le recuerda a Andrés Manuel López Obrador, una cosa que dijo él (dice tantas que hay que ayudarlo): “No tendré asesores extranjeros” (Saltillo, Coahuila, 16 de junio de 2012).
Respetuosamente se le sugiere a nuestro presidente que empiece por limpiar su casa (casos Polevnsky, Bartlett, Irma Eréndira, por ejemplo), que saque a los extranjeros que anidan en Morena y su gobierno, y ya hagan las cosas legales, sin maña, no duele y le conviene. Ya ve, todo se sabe.