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Morelia, Mich., diciembre del 2012.- (Por Gerardo Espinosa) En su gran mayoría la mano de obra en el Estado carece de estudios de educación básica, es decir que 6 de cada 10 trabajadores michoacanos se encuentran “sin instrucción, primaria completa”. De los poco más de un millón 500 mil trabajadores en Michoacán –de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo- alcanzaban los 950 mil personas las que carecen del nivel básico de instrucción, lo cual repercute en bajos salarios, contratos eventuales y carencia de prestaciones.
Datos de la Encuesta, revelan que durante el año 2011, los “años promedio de escolaridad de la población económicamente activa” se ubicó en los 7.9 años, ligeramente superior a los 7.1 años de años pasados, es decir, aún por debajo de la instrucción básica señalada por La Constitución Federal, la cual marca 9 años de escolaridad que incluye la educación Primaria y Secundaria.
Estos datos de alguna manera concuerdan con el “Informe de la Calidad de la Educación Básica” del Instituto Nacional para la Evolución de la Educación (INEE), que señala a Michoacán con niveles educativos por debajo de la media nacional (6.7 años frente 7.9 del país).
Así, en la base de la pirámide laboral, se ubican los trabajadores que no cuentan con los 9 años de escolaridad, representados como trabajadores “sin instrucción, primaria incompleta o completa” y, que sumaban, al año 2002, la cantidad de 928 mil 462, equivalente al 60.10% del total, pero que se incrementó a 948 mil 671 trabajadores en el año 2003, por lo que se ubicó en el 60.32% del total. Es decir, éste sector de trabajadores se incrementó en 20 mil 209 personas en un año. Ello significa, estadísticamente, que 6 de cada 10 trabajadores michoacanos no cuentan con la Educación Básica señalada por la Constitución.
“Pero la situación podría ser aún más crítica, ya que hemos separado, para su análisis, el sector de trabajadores michoacanos que se ubican en el rango de nivel de instrucción (“Secundaria Incompleta y Completa”), pues los datos oficiales meten en el mismo saco a trabajadores con Secundaria incompleta que con Secundaria completa, aunque a la hora de inscribirse al nivel Bachillerato no es válido para las autoridades educativas, tampoco para las promociones laborales por categorías o para solicitar empleos, cuyo nivel exige al trabajador haber terminado su instrucción Secundaria. Éste sector de trabajadores con Secundaria Incompleta y Completa, sumaba la cantidad de 390 mil 550, es decir, el 25.28% del total. Un año después se redujo a 374 mil 50 trabajadores, una merma de 16 mil 500, para situarse en el 23.78% del total. ¿Significa que esos 16 mil 500 ingresaron a un nivel superior de estudios o dejaron de estudiar?”, se cuestiona el analista laboral Raúl Jiménez Lescas.
Según el Informe de la Calidad de la Educación Básica del Instituto Nacional para la Evolución de la Educación (INEE), un millón 700 mil michoacanos no han concluido su ciclo básico educativo. Sin embargo, no está especificado que cantidad de trabajadores que terminaron su instrucción Secundaria, así como los que no la han terminado, lo que nos podría dar una muestra del avance o no en materia educativa en el Estado de Michoacán.
Dentro de la base piramidal, los trabajadores michoacanos que no tienen instrucción, suman, la cantidad de 196 mil 684, reduciendo su número en 37 mil 816, puesto que en el año pasado, representaban a 234 mil 500 trabajadores sin instrucción; actualmente equivalen al 12.50% del total, reduciendo su porcentaje desde el 15.18%. Ésta reducción de los trabajadores sin instrucción es un pequeño avance en la materia, aunque su porcentaje en el total de trabajadores aún es muy alto: el 15.18 por ciento.
Sin embargo, los trabajadores que cuentan con una Primaria Incompleta, se incrementaron de 347 mil 286 a 369 mil 443 del último reporte al día de hoy, cantidad que es equivalente al 23.49% del total. Ello podría tener dos lecturas: primera, que unos 22 mil 157 trabajadores sin instrucción en el año pasado, ahora decidieron iniciar sus estudios de Primaria, por lo que, les falta tiempo para terminar ese nivel educativo; segunda, que 22 mil 157 nuevos trabajadores se incorporaron a la laborar en el año 2012, pero que aún no han terminado su educación Primaria.
Con estudios de Primaria completa, tenemos a 382 mil 544 trabajadores, equivalente al 24.32% del total. En un año, se incrementó en 35 mil 868 el número de trabajadores con éste tipo de educación, pues en el 2011 representaban el 22.44% del total, es decir, en número redondos, 346 mil 676 trabajadores contaban con su Primaria completa. No obstante, sigue siendo un porcentaje bajo (24.32%) en relación al total de trabajadores. Ello significa, que se deberá concretar un plan específico de parte de la autoridad educativa, de los patrones y los sindicatos para motivar a los trabajadores a terminar, cuando menos, su instrucción Primaria.
“Pasando a la parte media de nuestra pirámide, ubicamos al nivel Medio Superior, donde tenemos a 131 mil 847 trabajadores en éste nivel de instrucción, mismos que incrementaron su número respecto al año 2011, cuando sumaban la cantidad de 107 mil 579; es decir, 24 mil 268 trabajadores más con nivel Medio Superior, pero que sin embargo, tan sólo representan el 8.38% del total. Y, en el vértice de nuestra pirámide, ubicamos el nivel de la Educación Superior, en el cual contamos con sólo 117 mil 999 trabajadores, es decir, el 7.50% del total. En el año pasado, sumaban 116 mil 661 y equivalían al 7.55% del total de trabajadores michoacanos”, enfatizó el investigador.
Como se podrá observar de éste análisis de las cifras oficiales, la gran mayoría de los trabajadores michoacanos no cuentan con la Educación Básica estipulada por el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Sin embargo, la riqueza producida por estos trabajadores es motivo de orgullo en nuestra Entidad, pese a no contar con los instrumentos indispensables de instrucción, por lo que sólo con fuertes campañas de motivación para que los trabajadores terminen sus estudios; ello implica, que la autoridad educativa, los patrones, los sindicatos y los propios trabajadores, diseñen los mecanismos necesarios para brindar las oportunidades en los centros de trabajo y locales sindicales para abrir los cursos necesarios para incrementar el nivel educativo de la fuerza de trabajo que es el principal sostén de la economía michoacana. Es también, por supuesto, un reto del Gobierno de la Entidad y de las autoridades educativas, pues si los trabajadores cuentan con mejores oportunidades para capacitarse o terminar sus estudios, estarán en mejores condiciones de hacer su trabajo, especialidad u oficio”.
