Columna Política «La Feria», Sr. López (09-VI-2020).- Muerto que fue el papá de la abuela Virgen (la de los siete embarazos), concluidos los trámites civiles y religiosos -y debidamente sepultado-, ella y sus ocho hermanos se aprestaron a escuchar la lectura del testamento, para enterarse qué le tocaba a quién de las varias y extensas propiedades del ya fiambre (corría el año 1883, tiempos de inmensas haciendas y casonas). Como balde de agua helada les cayó enterarse que su señor padre lo era también de otros 39, habidos con nueve desconocidas (para ellos, el fallecido sí las conoció, muy bien), y que para evitar pleitos a su dilatada, extraoficial y pecaminosa prole, les había escriturado en vida lo que le pegó la gana, por lo que a ellos les tocó muchísimo menos de lo supuesto.
El hermano mayor de los ‘legítimos’ los convocó para dar inicio al juicio que les restituyera lo que les ‘correspondía’: unos dijeron que sí otros que no, y hubo los que pidieron tiempo para pensarlo. Igual trabó el pleito el hermano mayor y cuando empezó a serle muy gravoso el asunto, los volvió a reunir para exigir su parte de los gastos… unos dijeron que sí (sin echar mano a sus carteras), otros que no y los demás iban a seguir pensándolo. Años después, en plena Revolución, ya arruinado el hermano mayor sosteniendo los muchos y onerosos juicios entablados, les anunció que estaba a punto de ganar, que si le daban la parte proporcional de los gastos, los tomaría en cuenta a la hora de repartir los bienes y al que no aportara, le daría nada, porque: estaban con él o estaban contra él. Todos dijeron que no contara con ellos y le dejaron de hablar hasta su muerte, ya en pleno agrarismo y sin tierras ninguno. Historias.
Minatitlán, Veracruz, 6 de junio de 2020, muy presente tenga usted, estando Andrés reunido con sus discípulos, les dijo: “o se está con la transformación, o se está en contra de la transformación”… un ¡oooh!, de reverencia recorrió a la multitud (y se quedaron todos con las ganas de que se rasgaran los cielos y se escuchara la voz del Espíritu del Altísimo: “Este es mi hijo muy amado en quien tengo contentamiento”)… bueno, a cambio salió en la tele y muchos periódicos, ya es algo.
Que si fue por Alfaro el gobernador de Jalisco, que si fue por Krause y su modito de responderle al Señor-Presidente… por lo que haya sido, ya estamos enterados todos los alegres integrantes del peladaje nacional: no hay de dos sopas: con él o contra él.
Nada de nadar a dos aguas diciendo que se apoya al Presidente del país pero se discrepa de su manera de ejercer el cargo. Nada de tibiezas, oponiéndose a cualquier intento de quitarle el cargo, sin respetar la Constitución, aun a pesar de estar en gran desacuerdo con sus consultas a mano alzada, sus inmensas obras de dudoso beneficio y endeble legalidad, sus asignaciones a dedo de contratos y compras, su continuo espantar a inversionistas, descalificar prensa crítica, despreciar mujeres, niños con cáncer y liderazgos varios (los LeBaron, Javier Sicilia, el EZLN, el Congreso Nacional Indígena, etc.).
¡Nada!, sin rubores de colegiala: es con él o contra él… lo que hace resplandecer la inutilidad de tener estados libres y soberanos, congresos locales, Cámara de Diputados, Cámara de Senadores, Órganos Autónomos… pues si no se está de acuerdo con la Transformación por definir, se está en contra… ¡qué susto!
Sí, no es asunto menor: se solicita si para ello no existe inconveniente, nos digan a los tenochcas simplex, si vamos a un régimen que resucite al PRI imperial o seguiremos el sendero de Hugo Chávez, Maduro, la familia Castro o el Sandinismo nicaragüense, que lleva cuatro reelecciones, bajo diferentes presentaciones… ahí cuando les sobre un rato libre nos dicen, no hay prisa.
O tal vez se trate (nos avisan, no se apuren), de apoyar a ciegas a nuestro mesías nacional modelo XXI. No hay problema: la fe es virtud y la fe cuando es verdadera debe ser así, ciega. Seguro muchos estarán de acuerdo, por obra gracia de su confianza inquebrantable en él (perdón, ¿Él?), y podrá seguir gobernando como hasta ahora, embozando sus reales intenciones sin miedo a parecer que dice y hace lo que se le va ocurriendo, eludiendo con más cintura que un peso pluma cualquier crítica, cualquier señalamiento de ilegalidad: nada lo toca, todo se le resbala. Muy bien ¡campeón!
Solo se le recomienda a este Faro nacional, Guía de relapsos que insisten en pecar contra Morena, deje de usar frases sueltas del Evangelio, pues se anda arriesgando a que algún político inescrupuloso (no lo quiere uno escandalizar, pero, sí, hay de esos), le recuerde otros pasajes, como ese en que Jesús dice: “Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio./ Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12; 36-37).
Un comentario (con todo respeto): la democracia es entre otras cosas, a este respecto, precisamente lo contrario: la coexistencia, de preferencia convivencia, de los opuestos, todos sujetos a una misma ley. Nuestro Presidente al decir semejante cosa, deja claro que su gobierno es autócrata: no hay lugar para opositores ni disidentes; solo hay lugar para seguidores acríticos, prensa sumisa y políticos dóciles. Está bueno saberlo: ¡amén!
Un comentario más (también con todo respeto): cualquier Presidente de México en estos tiempos post Calles, sabe que el poder quasi absoluto que se les entrega al asumir el cargo, tiene fecha y hora de término. Solo uno hizo todo por reelegirse y se reeligió: Álvaro Obregón, pero ya ve usted, no se lo agradeció nadie y con los acordes de ‘El limoncito’ (interpretado por la orquesta de Alfonso Esparza Oteo), lo asesinaron en el restaurante ‘La Bombilla’ (17 de julio de 1928 a las 14:20 horas, más o menos, no sea exigente), siendo ya presidente reelecto. Y desde hace ya casi cien años, no está de más recordarlo, en este país cada Presidente sabe que su sexenio es presentación, debut, beneficio y despedida.