La libertad es la condición ontológica de la ética;
pero la ética es la forma reflexiva que adopta la libertad
Michel Foucault
Columna Política «Palabras Más», Por Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez (27-II-2020).- Estimados amigos gracias por su atención. Desde la creación del Partido Verde Ecologista de México, no ha servido para mucho, podríamos decir que es un “chupa sangre”, un partido parásito que en el año 2000 fue comparsa del PAN con Fox, luego del PRI con Peña Nieto en el 2012 y después se dobló ante Morena, aunque no fueron directamente con López Obrador hubo apoyo sobretodo en Chiapas.
Con ese partido –podríamos decir– mucho ruido y pocas nueces. Hay que reconocer que los recursos públicos han sido utilizados para realizar buenas campañas publicitarias, eso sí cuestan una millonada, pero siempre en la coyuntura que les dan a ganar adeptos, inclusive han utilizado a figurines de poco intelecto de la televisión para conquistar público y hay que decir que les ha funcionado.
La crítica al PVEM es su falta de coherencia, por un lado, en el papel es una organización próvida y ecologista, por el otro levanta la mano para proponer la pena de muerte. Claro que nadie se chupa el dedo, eso tiene un sentido oportunista y electorero, en medio de una severa crisis de seguridad, asesinatos y feminicidios, así como la incapacidad del gobierno de la 4T para hacer frente y entregar buenos resultados, todo en la antesala de 2021, un año electoral.
Según los cálculos de los verdes, la propuesta y discusión de la pena de muerte la pretenden mantener todo este periodo legislativo, golpeando y señalando a la 4T con un fin de hacer campaña, pero la propuesta de aplicar la pena capital a secuestradores y feminicidas simplemente no va a prosperar, no tiene futuro por más que siga creciendo el malestar social.
El verde se ha caracterizado por ese tipo de propuestas, aunque en lo ecológico siempre ha quedado a deber, en un tiempo se les conoció más por los excesos de su dirigente, al viejo estilo del PRI que por su trabajo.
¿Vale la pena conservar un partido así?
Para que nos demos una idea, de los 5 mil 239 millones de pesos para el financiamiento público de los siete partidos, este año al verde le corresponden 426 millones, nada mal para un partido cupular, satélite y que se vende al mejor postor, así ha sido su historia, basta revisarla y encontraremos que les ha alcanzado para tener diputados, senadores y hasta gobernadores.
Hasta el momento el verde sigue siendo de la chiquillada, sin futuro, eso sí donde se emplean unos cuantos y cobran de los dineros públicos.
Entre Palabras
La que debe estar preocupada es Yeidckol Polevnsky, quien está a punto de perder el control del partido, aunque Miguel Barbosa Huerta está dispuesto a acogerla en el gobierno de Puebla, ¿pues para eso trabajo en su imposición no?
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Muchas gracias y hasta la próxima.