Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (22-I-2020).- El viernes anterior, los integrantes del grupo Musical Sensación fueron masacrados en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero.
Los miembros de un presunto grupo delictivo mataron a los 10 elementos de la agrupación y luego prendieron fuego a los vehículos en los que viajaban, los cuales quedaron reducidos a cenizas.
Los músicos habían ido a tocar a la localidad de Talyelpan, municipio de Chilapa, y en el regreso a su comunidad, Alcozacan, se encontraron con la muerte.
Lo curioso de este y otros casos que suceden en nuestro país, es que apenas y trascendió a la opinión pública nacional. Apenas fue tema de conversación en las redes sociales. Se habló más de la rifa del avión presidencial o de un perro que fue secuestrado en la Ciudad de México.
Como hemos dicho antes, parece que nos hemos acostumbrado a los hechos violentos que ocurren prácticamente a diario. Parece que no queremos ver la realidad y negamos lo innegable. Preferimos cerrar los ojos…
2019, EL AÑO MÁS VIOLENTO
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica reportaron lo que ya se veía venir: 2019, a pesar de que estrenamos gobierno, se convirtió en el año más violento de México, desde que se realiza este tipo de registro oficial.
Hubo en el primero año de gestión de Andrés Manuel López Obrador 34 mil 582 asesinatos dolosos, es decir, 2.4 por ciento más que en 2018 con 33 mil 743, cuando ya se iba Enrique Peña Nieto y compañía.
Son cifras que incomodan y que duelen, pero que nos hacen ver cuál es la realidad de una nación que ha sido presa del materialismo. Todos queremos tener más, pero haciendo menos.
Cuando la búsqueda de lo material se combina con la falta de empleos, con trabajos mal pagados, con la falta de oportunidades para estudiar y con la pobreza en general, la ola delictiva que, cada vez es más violenta, por obvias razones, aumenta.
Se denunciaron en los 365 días del año pasado dos millones 15 mil 641 delitos, cifra 4.7% mayor a 2018, con un millón 924 mil 648 denuncias.
Si le agregamos el dato de especialistas que aseguran que por cada 10 delitos que se cometen, apenas se denuncia uno, entonces vivimos en el país del horror, al mismo nivel de naciones de las que solemos hablar mal como El Salvador y Honduras.
Claro que no todo es culpa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a quien le ha tocada bailar con la más fea; el problema es que hasta ahora no vemos el caminito para lograr resultados positivos.
La Guardia Nacional, que fue anunciada como la corporación que cambiaría las cifras, hasta ahora no ha sido integrada en su totalidad y tampoco ha permitido avances.
Sí, desde los tiempos de Salinas, pasando por Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, se sembraron las semillas de la extrema violencia en la que vivimos, pero ya no podemos seguir mirando al pasado. Ya no podemos cerrar los ojos…
¿Y LA GUARDIA NACIONAL?
Este lunes vimos escenas terribles en la frontera de México y Guatemala. Migrantes, la mayoría de ellos de Honduras, intentaron colarse por la fuerza a territorio mexicano.
Una vez que el Instituto Nacional de Migración (INM) les dijo que no les permitirá, como hace un año, tránsito libre por la República Mexicana, los indocumentados se abalanzaron sobre la Guardia Nacional que, se vio evidentemente rebasada.
Al final de la jornada, según reportes migratorios, unos 400 inmigrantes fueron “rescatados” y serán devueltos a sus países de origen, mientras que otros tantos regresaron voluntariamente a la frontera guatemalteca y otro más huyeron, con todos los riesgos que ello implica.
No podemos, aunque quisiéramos, estar de uno o de otro lado de la moneda. Por una parte, los migrantes, como miles de mexicanos que se van a EUA, buscan mejores condiciones de vida y escapan, muchas veces de la violencia.
Por otra parte, México está tratando de contener a los centroamericanos, presionado por el gobierno de los Estados Unidos, aunque claro, tampoco puede abrir sus fronteras de par en par y quedarse con los ojos cerrados…