Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (22-XII-19).- El miércoles hubo un partido de futbol entre el Monterrey, de México y el Liverpool, de Inglaterra, en el Mundial de Clubes.
A quienes gusta este deporte sabían de antemano que era prácticamente un milagro que el equipo de Nuevo León se impusiera a uno de los más poderosos del mundo.
A la hora del partido los regios (reforzados con hartos extranjeros, obvio) salieron a dar el partido de sus vidas. “Plantaron cara”, dijeron comentaristas.
Hasta el minuto 90 los cartones estaban parejos y parecía que los Rayados podrían hacer la hazaña; al menos llevar el encuentro a los tiempos extras.
Pero no, un brasileño, al minuto 91, cuando ya estaban en tiempo de “compensación” puso las cosas en su lugar y Monterrey perdió 2-1. No es que seamos pesimistas, pero se impuso la terrible realidad…
AMLO Y GOBERNADORES
El mismo miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezó la reunión del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Después de dar una “tunda mediática” a los gobernadores que han minimizado las reuniones de las mesas de seguridad en los estados, los tuvo cara a cara.
Algunos de ellos, los del PAN, principalmente, se armaron de valor y reclamaron al Presidente de México la exhibida que les dio en una de sus conferencias matutinas.
El asunto es que desde el Presidente, pasando por el Secretario de Seguridad, los gobernadores y los presidentes municipales, tienen que hacer la parte que les corresponde porque el tema de la inseguridad siguen tan “campante” como en sexenios anteriores.
No es que esté mal que el mandatario mexicano exija a los gobernadores y presidentes municipales que hagan la parte que les corresponde en materia de seguridad, pero tampoco nos conviene que haya un jaloneo innecesario.
Las cifras de la delincuencia organizada no dan tregua y los que nos gobiernan, independientemente del color que sean, tienen la obligación de dar resultados, nada más.
A pesar de que hasta ahora las cifras dicen que los avances en materia de seguridad son mínimos, AMLO volvió a reiterar que se puede hacer frente a este, el dolor de cabeza de los últimos presidentes del país, a quienes los ha derrotado la terrible realidad…
UNA LÍNEA INVISIBLE
AMLO, quien cada mañana intenta contagiar su optimismo a los que le escuchan, dijo que hay al menos 10 puntos clave para hacer frente al flagelo de la delincuencia.
Uno de los más importantes consiste, según él, en “marcar una frontera entre autoridades y delincuencia evitando componendas y complicidades.”
De nada sirve que se realicen mesas de seguridad y se diseñen estrategias si hay una colusión entre las autoridades y los delincuentes.
El tabasqueño no se refirió directamente al caso Genaro García Luna, pero este es un ejemplo de cómo se rompe la línea entre los “buenos y los malos”.
“Imagínense”, si los designados para combatir a los delincuentes son quienes les venden protección, entonces qué podemos esperar los simples mortales.
Tiene razón el Presidente, el asunto es que los recursos que los delincuentes tienen a la mano son tan grandes que, cualquier policía mal pagado y con carencias puede escuchar el canto de la sirena. Se impone la terrible realidad…
NO MÁS FUEGO CON FUEGO
Otro de los puntos que, según el mandatario mexicano, servirán para hacer frente a la inseguridad es la estrategia de “abrazos y no balazos”, es decir, “no es posible combatir la violencia con más violencia”.
Aquí es donde una gran mayoría de los habitantes de México difieren.
Cómo es posible hacer frente a la delincuencia sin el uso de la fuerza, cuando ellos la ejercen a cada día. Hasta circulan videos en los que se pavonean del arsenal que poseen.
López Obrador considera que, la pobreza y la desigualdad son causas del incremento de la delincuencia en las últimas décadas. Es decir, que la gente delinque porque no tiene más alternativa.
Seguramente tiene razón en ello; sin embargo, tampoco creemos que bajar la guardia por temor a violar los derechos humanos sea la solución. A veces, como ya dijimos, se impone la terrible realidad…