Por Noemí Avilés.- Grandes son las diferencias de una administración a otra. Mucho tiene que ver la corriente partidista a la que pertenezcan. Para Michoacán la evidencia es clara una vez que durante las anteriores administraciones el puerto y la zona de tierra caliente fueron beneficiadas con mayor inversión de tal manera que el nivel portuario es comparable con los de primer mundo, en tanto la presa Francisco J. Mújica, una vez que conagua decida ponerla en acción, abastecerá de agua a toda esa región altamente productora.
En este sentido es urgente un cambio de visión sobre las obras que se han heredado no para las siguientes administraciones sino para los michoacanos. Por tanto, el llamado es para el actual gobernador quien debe dejar de lado cualquier postura personal y partidista para poner manos a la obra y concluir algo que se supone elevaría el desarrollo en la entidad.
Difícil suponer que el llamado llegaría sin sopesar los intereses político. Esos llamados costos que para su gobierno implicarían. Sin indiferencia a la posible negativa, estoy convencida de que la afirmación en acciones de continuidad como la presa y el seguimiento al desarrollo portuario, son clave para el bienestar de los michoacanos.
Inevitable las comparaciones. En el Distrito Federal los citadinos cuentan con obras de transporte público que eleva la calidad de vida diaria. Transporte económico pero de calidad. En cambio en nuestra ciudad, en Morelia, la negación ante cualquier medida de mejora se ve pausada por los intereses partidistas. Qué nos podemos imaginar a nivel estatal cuando el partido es el mismo.