Históricamente no es propicio modificar el sistema de impartición de justicia, del sistema escrito al oral, por muchas razones, la primera no se tiene el recurso humano preparado, segundo no existe cultura de esta clase de juicios pues en México, son 300 años de los juicios escritos, además tampoco se tienen las instalaciones adecuadas, por eso se ha pedido una prórroga primero de seis meses, y ahora el Procurador, ha solicitado un año, pero como están las cosas, ni en seis años se podrá tener la preparación adecuada, para aplicar estos juicios, que además han fracasado, no solamente en los estados piloto en México, como Baja California, Chihuahua y Oaxaca.
EL DERECHO ROMANO ES ESCRITO, EL ORAL ANGLOSAJON
Fue en el año 2008 cuando tratando de acatar indicaciones, del Tratado de Libre Comercio, con EU y Canadá se determinó que para los primeros meses del 2013, se pondría en práctica el nuevo sistema, de manera improvisada totalmente, más en Michoacán, donde nunca se hizo nada, para capacitar a los abogados, magistrados, defensores de oficio, todos quienes tenían que poner en práctica a este sistema, por eso el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Alejandro González Gómez solicitó 4 mil millones de pesos, los cuales desde luego no se le entregaron, porque no hay.
Pero Alejandro insistía en poner en práctica estos juicios orales, cuando no hay nada para llevarlos a cabo, quiere ser reconocido como el padre de los juicios orales en Michoacán, pero no será posible, porque repetimos no existen condiciones para llevarlos a cabo, porque además debemos reconocer que las culturas, tanto norteamericana como canadiense, son diferentes cada una tiene sus propias formas de ser, así que sería mejor dejar este asunto, para mejores tiempos porque no solucionarían nada.
LA PROCURACIÓN DE JUSTICIA PERDIÓ SENTIDO
Aparte es necesario subrayar que hoy, los magistrados del Supremo Tribual de Justicia y la mayoría de los jueces, han perdido la capacidad de interpretar el derecho, de razonarlo y argumentar, el porqué de sus sentencias, ya sean absolutorias o de penalidad, se limitan a citar jurisprudencia y las leyes, así como los tratados internacionales, que ahora tienen plena vigencia, pero han perdido la capacidad de interpretar el espíritu de las leyes, para bien o para mal, se acabaron los buenos abogados, quienes tal vez no tenían doctorados o maestrías, pero sabían interpretar las leyes, razonarlas y argumentar sus sentencias, hoy todo eso se acabó.
JUAN DIAZ PONCE DE LEÓN, HUMBERTO, MORALES OSORIO
Recordando a los grandes abogados, quienes tenían amplia capacidad para interpretar, razonar y argumentar las sentencias, tenemos que citar a Juan Díaz Ponce de León, al maestro Humberto Aguilar Cortés, a Morales Osorio, y aún si me presionan un poco a Mauro Hernández Pacheco y hasta Fernando Arreola, quien aún se mantiene en el Tribunal como magistrado y aspira a convertirse, por segunda ocasión, como presidente de este Supremo Tribunal de Justicia, aunque desde luego le falta una de las características que son necesarias, para ser un buen presidente de este Tribunal.
BUEN ABOGADO Y UN BUEN POLITICO
Para ser un buen presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Michoacán se necesita primero, ser buen abogado, que goce de buena fama pública, y que sea la vez buen político, y generalmente pocas veces se dan estas cualidades juntas, así analicemos a los personajes, que tienen aspiraciones, para presidir este Tribunal, tenemos a Cristina Torres Pacheco quien puede ser una de las más capacitadas, para convertirse en presidenta de este Tribunal, no tiene compromisos, es buena abogada pero no es política y repetimos, este puesto es también en elevado porcentaje político.
Juan Antonio Magaña de la Mora, ya fue presidente y no fue muy bueno, pero no es político, Fernando Arreola también es uno de los mejores, pero volvemos a lo mismo, es muy poco político, Marco Antonio Negrete igual, aunque tampoco es buen abogado, Puebla Calderón, tal vez es el más malo de quienes aspiran, Víctor Barragán un costeño que quiere, pero carece de lo que se necesita para ser buen presidente, Alejandro González Gómez, igual, no dan el ancho y Rafael Ortiz Govea, vamos no hay tela de dónde cortar, para un buen traje para la presidencia del Tribunal, por lo que podemos comentarle, los menos malos serían Cristina, Fernando y tal vez la ratificación de Alejandro. No hay más.
Articulista: Juan Manuel BELMONTE