Tzintzuntzan, 02 de noviembre del 2019.- Llegó la noche del 1 de noviembre y con ella habitantes de Michoacán interrumpieron sus actividades cotidianas para arreglar sus hogares, sus calles y sus cementerios para recibir las ánimas de los familiares difuntos que según dicta la tradición vuelven para tener una cena familiar.
Este acontecimiento lleno de color y luz llama la atención de gente no solo de otras partes del país sino del mundo y los senderos de cempasúchil guían no solo a las almas, sino a los viajeros a los altares y camposantos locales.
Desde el ocaso hasta el alba los contingentes de camiones turísticos, taxis y vehículos particulares congestionan las vialidades que llevan a la Zona Lacustre del estado.
Ni la lluvia que por momentos cae a cántaros impide que los michoacanos, pincipalmente los purépechas atiendan a su tradición milenaria ahora acompañada por simbolismos generados por el mestizaje de la cultura.
Tampoco los turistas se amilanan y cotinúan con al travesía a través del antiguo reino indígena lleno de místicismo y calor familiar único, y cuya trascendencia ahora marca la imagen del mexicano y la pepetua a través de un día al año, uno en que los muertos enseñan la vida de una nación.
Numeralia
600 actividades programadas para festejo de Noche de ánimas
200 mil turistas estimados durante la celebración
160 millones de pesos la derrama económica prevista, por motivos de turismo
14 los municipios donde se reportaron apoyos gubernamentales para la celebración
Ver también
El flagelo del hambre avanzó un 10% en el último año: más de 340 millones la sufren en el mundo
22 Noviembre 2024 Salud La agencia de la ONU que distribuye comida necesita 16.900 millones …