Columna Política «La Feria», Sr. López (28-X-19)).- La prima Rita, un viernes anunció a sus papás que se casaba el domingo, que ‘estaban invitados’. Era del lado paterno autleco, guapa de parar relojes y subir los triglicéridos, y a la familia entera le pareció muy natural su decisión, pues sus papás a cuanto muchacho la pretendió, le encontraron pegas y se los espantaron, de modo que ella sin aspavientos, les advirtió: -Jamás vuelvo a traer a la casa a ningún novio, si me caso, ahí les aviso cuándo –y cumplió.
Ya sabemos todo lo que no es el actual gobierno, todo lo que corregirá y algunos proyectos grandotes de infraestructura, que no se sabe si va a funcionar (según algunos especialistas, no; pero no se sabe si dicen que eso por moler o en serio; según nuestro gobierno, porque son cómplices de los corruptos que ¡alabado sea el Señor!, ya se fueron; uno no sabe… pero hay quien sí sabe).
También sabemos lo que darán al ‘pueblo’: dinero a adultos mayores; apoyo a personas con discapacidad; becas para el bienestar (a menores de 18 años); becas a jóvenes (entre 18 y 29 años de edad); becas a jóvenes universitarios; programa Sembrando Vida (para plantar arbolitos en Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán… poquita cosa); Programa Nacional de Reconstrucción (para los afectados por los sismos de 2018 en Chiapas, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Ciudad de México); programa Desarrollo Urbano y Vivienda (en 14 ciudades); y Tandas para el Bienestar (un millón de créditos a la palabra de 6 mil a 20 mil pesos). ¡Fácil!
Lo que no sabemos es para dónde va este gobierno. Si de verdad es de tendencia de izquierda (entiéndase por eso lo que se entienda), o de derecha (lo mismo). Solo sabemos que no son lo que ya nos han dicho que no son. Eso sí.
En el discurso y en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, pareciera que se trata de la resurrección del ‘nacionalismo revolucionario’, con una pizca de socialismo (al gusto) y su toquecito de cristianismo primitivo (versión tropicalizada).
En lo económico, en los hechos sin rollo ni galanas declaraciones, parece que se mantiene intacta la hoja de ruta anterior, neoliberal, libre mercantilista, por eso se conserva la autonomía del Banco de México, la disciplina fiscal, el TLC, versión TMEC (con los EUA y Canadá); todos los otros 11 tratados de libre comercio que tenemos firmados con 44 países; los 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs), con 33 países; y otros nueve acuerdos de Complementación Económica y alcance limitado. También por eso seguimos dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Nada cambió, pues.
Sin embargo, la retórica, la arbitraria cancelación de la mega obra del aeropuerto en Texcoco (que no le costaba un peso al gobierno, no se vaya con la finta; era al revés: se invertía para recibir de regreso carretadas de dinero… en fin), y algunos desplantes con tufo autoritario, tienen en ascuas a los inversionistas. Y la economía nacional trae apagados los motores, vamos con la inercia anterior, planeando, rogando a Dios encontrar donde aterrizar sin tragedias. Y el año que entra vamos a peor (revise el proyecto de ley de ingresos y decreto de egresos).
Tal vez sería recomendable definirse. Si vamos a tener un gobierno de izquierda, decirlo, que hay izquierdas muy presentables; España con 14 años de socialismo salió del brutal retraso en que estaba (y hasta regresó a Europa, mire usted); en Francia, también 14 años, Francois Mitterrand gobernó siendo un hombre de izquierda (de la seria); o el chileno Ricardo Lagos, que siendo de izquierda fue coautor de los tratados de libre comercio con Europa, los EUA y China (¡y China!).
No sería satanizado si declara abiertamente que esto va para la izquierda. Pero insinuarlo, seguir en la política económica de derechas anterior a él, y esa la estrategia de decir una cosa, hacer otra, pensando otra más, siembra desconcierto y hasta desconfianza.
Escoja usted señor Presidente, Platón a Aristóteles.
Con Platón se va para la izquierda (con los Esenios, también, de esos eran Juan y Jesús, unos primos hermanos muy famosos); nada más quede advertido que con ellos llega a Hegel, Marx, Mao… pero, no es a fuerza, hay una muy respetable izquierda democrática. Es cosa de usted.
Con Aristóteles, sigue en la derecha. No es nada mala compañía don Aris; con él andan John Locke (liberal empirista y el que diseñó el actual sistema político británico, por cierto); Adam Smith (padre de la economía moderna, autor de ‘La riqueza de las naciones’); Misses, Hayek y Friedman… nada mal le ha ido a los países que se orientan con las ideas de ellos para tomar decisiones. Pero no son dogmas, si nuestro Presidente opta por esto, puede adaptarlo.
Una penúltima y respetuosa sugerencia final: no se le olvide, señor Presidente, que estamos un poquitín comprometidos con el tío Sam. Proyectos idílicos, soñadores, utópicos o necedades, no, no funcionan, de veras. Ahí pregunte en Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil… o en Cuba.
La última respetuosa sugerencia: cuide sus espaldas. Hay mucho trepador profesional en su carro y algunos (no muchos pero no pocos), muy corruptos. Cuidado. Los trepadores traicionan y de los corruptos… bueno, usted mismo ha dicho que el Presidente de este país de alguna manera, es responsable de la corrupción de los funcionarios. Sería muy injusto que luego le carguen milagros ajenos. Ojalá y los ataje a tiempo, aunque no es fácil (y ya empezó la maquinaria del rumor… apúrele, señor).
Pero, de regreso a lo importante, el rumbo de la nación, ya díganos, necesitamos saber: melón o sandía.