En 2017, la exposición al plomo causó más de un millón de muertes y representó 24,4 millones de años perdidos por discapacidad debido a efectos que este metal pesado tiene en la salud a largo plazo. La mayor carga la soportan las regiones en desarrollo, asegura la Organización Mundial de la Salud.
El papel de la exposición al plomo en el desarrollo de discapacidad intelectual en los niños es lo más preocupante dice la OMS, que esta semana hace una campaña para concienciar sobre este asunto.
Aunque hay un amplio reconocimiento de este problema y muchos países han tomado medidas, la exposición al plomo, particularmente en la infancia, sigue siendo una preocupación clave para los proveedores de atención médica y los funcionarios de salud pública de todo el mundo.
No se conoce una concentración de plomo en la sangre «segura»; incluso concentraciones tan bajas como 5 microgramos pueden estar asociadas con una disminución de la inteligencia en los niños, dificultades de comportamiento y problemas de aprendizaje.