Columna Política «La Feria», Sr. López (28-VIII-19).- Tía Susanita tuvo tres hijitos antes de contraer nupcias. La mayor ilusión de su vida era tener una boda por todo lo alto, en la catedral de Toluca, con el señor obispo celebrando el ritual, y luego una fiesta que no se olvidara jamás. Lo más importante era el vestido, con una cola que de tan larga, iba a necesitar rueditas para que ella pudiera caminar del brazo de su papá rumbo al altar. Para tristeza del novio de tía Susanita, la ceremonia se iba posponiendo por falta de fondos, hasta que -para alegría del novio de tía Susanita-, ella aceptó proceder a la consumación de lo que al novio urgía consumir. Ya iban en tres hijos cuando los papás de ella pudieron afrontar el gasto de la boda ilusión de su hijita. Las familias de ambos se presentaron y a nadie le ganó la risa viéndola recorrer la nave central de catedral, vestida de blanco con sus tres hijos cargando la inmensa cola de la mamá. ¡Qué cola!
Hay un programa orgullo de nuestro actual gobierno: Jóvenes Construyendo el Futuro. El portal oficial de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que a su cargo lo tiene, informa:
“Jóvenes Construyendo el Futuro es un programa que busca que miles de jóvenes entre 18 a 29 años de edad puedan capacitarse en el trabajo. El Gobierno de México les otorgará una beca mensual de 3,600 pesos para que se capaciten durante un año. Es la oportunidad para que empresas, instituciones públicas y organizaciones sociales los capaciten para que desarrollen habilidades, aprovechen su talento y comiencen su experiencia laboral.”
Que es un programa de la mayor importancia para nuestro Presidente, no hay duda. El 13 de septiembre 2018, siendo ya Presidente electo, lo presentó y declaró que su objetivo es “generar oportunidades y beneficiar a más de 2 millones de personas”. Bonito. Y dijo más, claro que sí:
“Hasta ahora nos habíamos dedicado a decir ‘ahí están los halconcitos’, pero qué se había hecho por los halconcitos (los chamacos que hacen de vigilantes de narcos y malandrines varios); esto es ir por los jóvenes, yo estoy seguro de que nos va a ayudar a serenar al país, a alcanzar la paz y la tranquilidad en el país” (o sea: de ese tamaño).
Anunció entonces que el programa iniciaría en enero de este 2019 con un presupuesto de 110,000 millones de pesos en un año, con un alcance de dos millones 300 mil jóvenes que recibirían esa beca en calidad de aprendices (el 70% en el sector privado, el 20% en el gobierno y el 10% en el sector social). Bonito.
Luego, añadió nuestro Presidente, que aparte se otorgará beca a 300 mil jóvenes que estén terminando bachillerato y quieran estudiar carrera. Ya vamos en dos millones 600 mil jóvenes.
Sin embargo la meta para este 2019 quedó en un millón de becarios (bueno, por algo se empieza), y así lo ratificó nuestro Presidente en su celebración en el Zócalo, del primer aniversario de su triunfo electoral.
Luego, el día 3 de este agosto, Luisa María Alcalde, titular de la STPS, informó que desde el día primero de este agosto, el programa bajó la cortina, porque ya se había alcanzado la meta de 900 mil inscritos. De 2’600,000 a un millón, a 900 mil… bueno, ellos saben. Y el presupuesto -de 110 mil millones-, quedó en 40 mil millones, de los que para el fin de año si sigue el subejercicio observado, dejarán de pagarse 15 mil 641 millones de pesos, 39% del total presupuestado (que fue 70 mil millones menos de lo prometido).
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), presentó ayer un estudio sobre este programa: “¿Cuántos son, donde están, qué hacen?”. Resulta que se puso a revisar la información de la STPS sobre programa tan importante y del padrón de becarios dice que es “atípico, inverosímil, inverificable, inconsistente e incompleto”, porque entre otras cosas, la lista de becarios creció a un ritmo constante todos los días, sin importar fines de semana, días festivos o vacaciones: “Prácticamente todos los días se inscribieron la misma proporción de hombres y mujeres, de niveles educativos y de edades. Un padrón que crece sin variaciones es información improbable”. Pues sí.
La STPS reporta esos 900 mil becarios adscritos en 157 mil 70 centros de trabajo sin casi ningún dato que permita verificar su existencia (RFC, razón social, dirección… algo), y solo reporta cosas como ‘taller automotriz’, ‘diputado’ o ‘María’ (lo que sea que eso signifique).
Para que tenga usted una idea: en la CdMx, la STPS reporta que los becarios están inscritos en 6 mil 669 centros de trabajo; Mexicanos Contra la Corrupción trató de revisar 5 mil 439… pero de 2 mil 881 de esos lugares de trabajo, no tienen ninguna información, nada, cero, ni dirección; otros 646 resultaron no localizables (?); sí encontraron 140 empresas donde informaron que no tenían becarios ni están inscritos en el programa. También encontraron 214 centros de trabajo inscritos en el programa… pero informaron no haber recibido becarios y 136 tuvieron pero ya no los tienen. En resumen: encontraron 413 empresas en que las que sí estaban los becarios. Y la STPS reporta 6,669. Bonito.
Oficialmente hay 900 mil becarios inscritos, trabajando y cobrando sus 3,600 pesos mensuales… bueno, pero ya se supo por las redes que en algunos centros de trabajo les proponen inscribirlos, que no vayan y que cada quien se quede con la mitad de los 3,600. No siempre es así, también hay centros de trabajo en los que les proponen inscribirlos pero el becario les tiene que dar 600 pesos mensuales… y trabajar.
Este menda no tiene la solución para que no haya chamacos de halcones, pero sí entiende que el halconcito no va a dejar de ir por sus 3,600 sin dejar de chambear para el narco del barrio… y sí sabe que repartir dinero a lo loco no es la respuesta… aparentarlo, menos.
El Presidente con la buena intención; doña Alcalde con la ilusión de darle gusto. Bueno, que alguien les diga que los están engañando y que no se gobierna con ilusiones y buenas intenciones… aparte que de eso está pavimentado el camino al infierno.