Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (09-VIII-19).- El miércoles en la tarde-noche se llevó a cabo el segundo y último debate entre los que aspiran a la dirigencia nacional del PRI; sin embargo, el hecho pasó casi inadvertido para la mayoría de los mexicanos.
Ya no son los viejos tiempos, cuando lo que ocurría en el partido que gobernó a México durante 70 años, era noticia, porque de ahí se desprendían muchas cosas en la vida política nacional.
Estuvimos más entretenidos viendo cómo protestaban contra la visita de Donald Trump a Texas y Ohio, tras las masacres del fin de semana pasado o viendo como la Selección Mexicana era derrotada por Honduras, en los Juegos Panamericanos.
El PRI ya interesa poco. Algunas casas encuestadoras dicen que la atención en el proceso interno es tan baja que, todo hace suponer que, en la elección intermedia de 2021 el ex partido oficial corre el riesgo de desaparecer. Moribundos…
EJERCICIO DEMOCRÁTICO
Las dos candidatas y el candidato a la dirigencia nacional del PRI participaron en un ejercicio democrático y de libertad de expresión, presume el CEN del partido del ex presidente de México, “el bailador” Enrique Peña Nieto.
A pesar de que encuestas, como la publicada por El Universal el cinco de agosto, dan por hecho que Alejandro Cárdenas, gobernador con licencia de Campeche, ganará la interna, el CEN tricolor destaca el segundo debate que viene siendo algo así como un mero protocolo.
Alejandro Moreno Cárdenas, Ivonne Ortega Pacheco y Lorena Piñón Rivera, “coincidieron en que el PRI debe renovarse para responder a las demandas de la sociedad, en el nuevo entorno político que vive el país.”
Pues claro, si no hay una renovación creíble, que convenza al electorado mexicano, el PRI está condenado a la desaparición.
Sus valores, sus ideas, aunque podrían permanecer entre el colectivo nacional, no serán suficientes para mantener una estructura raquítica, a la cual podrían darle un nuevo “manazo” con la propuesta de la 4T de recortar el gasto en partidos.
El responsable de la Comisión Nacional de Procesos Internos, José Rubén Escajeda Jiménez, dijo que la elección de los titulares de la Presidencia y de la Secretaría General del CEN del PRI, “es un proceso inédito en el que se garantiza con pulcritud y transparencia el cumplimiento de los principios de equidad, neutralidad e imparcialidad, que pone de relieve la capacidad renovadora del tricolor.” Suena bonito.
Lo dicho, si el PRI no manda una señal clara de que la elección de este domingo será, no digamos transparente, sino al menos creíble, entonces seguirá en la debacle, seguirán “moribundos”…
POLICÍAS MIRANDO AL PISO
En las redes sociales, donde no se les va una, se preguntaban el miércoles, por qué los policías liberados por el FNLS en la comunidad Río Florido, municipio de Ocosingo, se la pasaron mirando al piso durante su entrega a los familiares que acudieron hasta ese lugar.
La respuesta es sencilla: miedo. Los del FNLS no son hermanitas de la caridad y no los trataron con caricias, a pesar de que dijeron que la liberación era un “acto de buena voluntad”.
Los cinco policías liberados presentaron contusiones producto de patadas y quizá golpes con palos.
Todos presentaban cuadros de deshidratación, aunque leves, pero indicativo de que no estuvieron en un día de campo.
Aunque las lesiones que mostraban no ponían en riesgo su vida, los uniformados fueron sometidos a una serie de radiografías y ultrasonidos en el hospital particular donde fueron internados.
Uno de ellos, quizá el más delicado, presentó un esguince cervical grado dos, indicaron fuentes cercanas a los policías que estuvieron retenidos durante 20 días.
Por lo pronto, los policías estatales y ministeriales, comenzaron con una “dieta blanda” porque la mala alimentación a la que fueron sometidos, además del estrés, pudo haber causado estragos en sus estómagos.
Ahí está pues la explicación de por qué razón, en todo momento, los liberados miraban al suelo durante su proceso de entrega a sus familias.