«La Columna», Por José Cruz Delgado (29-V-19).- Los habitantes de las regiones de Apatzingán y Sierra Costa, sueñan, al igual que Silvano Aureoles que pronto regrese la paz y la seguridad.
Silvano dijo que es su sueño, su deseo que pronto cada municipio tenga su policía acreditada, mientras que sus pobladores sueñan vivir en la tranquilidad con sus familias.
Y es que en Apatzingán, inició la segunda fase del Plan Integral de Seguridad, con el despliegue de policías debidamente certificados para fortalecer las acciones operativas y de inteligencia en tres regiones estratégicas: Apatzingán, Coalcomán y Lázaro Cárdenas, que abarcan en su totalidad 17 municipios.
Y claro, no faltó quien intentara sacar raja política como la diputada por Morena, Sandra Luz Valencia que aprovechó la ocasión para resaltar su imagen política,, muy deteriorada por cierto.
Sin embargo, Apatzingán cuenta por primera vez en su historia con el estado de fuerza que establece el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 1.8 policías por cada mil habitantes. Así, 260 elementos de la Policía Michoacán, todos acreditados, brindarán la seguridad a los habitantes de esta localidad.
A ese municipio acudieron los secretarios de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González; de la Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, y de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño.
Desde el inicio del mandato del gobernador Silvano Aureoles ha destacado siempre que la seguridad pública ha sido su prioridad.
Pero su sueño es que cada municipio tenga su policía certificada y dejó muy claro que la seguridad pública no tiene color partidario, no tiene ideología; no debe de ser una causa electoral, política o partidaria.
Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana señaló: “Vivimos una emergencia que no admite mezquindades ni regateos, mucho menos el cálculo político a la hora de concertar acciones en materia de seguridad”.
No sin antes aclarar que a este acuerdo con los ayuntamientos de ninguna manera va en demérito de la autonomía municipal, ni implica una claudicación, por el contrario, refleja madurez de las autoridades para entender el momento el que enfrenta México.
Si hay algo que se debe reconocer es el esfuerzo del gobierno de Michoacán por mantener la paz, sin embargo, algunos de sus funcionarios encargados de la seguridad le han fallado y ese esfuerzo fue reconoció por el funcionario federal al hacer un llamado a cerrar filas con toda la determinación para combatir los delitos, “con inteligencia y con una capacidad de fuerza como la que hoy impulsa el gobernador Silvano Aureoles y la cual nosotros felicitamos”, y le dio, como era de esperarse, el respaldo
del Gobierno de la República”, aunque lo hiciera por compromiso.
No faltaron las poses como la del secretario de Seguridad Pública de Michoacán, José Martín Godoy Castro, al sostener que no se dará ni un paso atrás en esta estrategia que representa un gran avance para el estado, y como perico volvió a repetir las palabras que dijo su jefe en Zamora: “A Michoacán se le respeta”.
Sin embargo, desde que Godoy Castro asumió la secretaría de Seguridad Pública ha tenido muchos conflictos internos en la dependencia y no ha dado los resultados esperados, pues la violencia ha aumentado considerablemente.
Pero Durazo Montaño dio unos datos que ponen a pensar a cualquiera y a dudar de una verdadera estrategia de seguridad, pues señaló que actualmente se cuenta en la policía federal con 36 mil elementos y si a estos se les reduce los administrativos y los que están en ventanilla quedan 20 mil y si se estos se distribuyen en tres turnos quedan solo 7 mil para garantizar la seguridad de 130 millones de habitantes y un territorio de más de 2 millones de kilómetros cuadrados.
La verdad que son escalofriantes estos datos, y lo peor es que hasta dentro de tres años habrá resultados en materia de seguridad en el país por ello hay ciertas dudas que pronto llegue la tan anhelada paz y tranquilidad.