*El ex candidato presidencial presentó su nuevo libro titulado “No decir adiós a la esperanza.
México, D.F., 12 de noviembre del 2012.- La mayoría de los mexicanos no acepta a Enrique Peña porque no quedó satisfecha con la pasada elección presidencial, que sólo dejó un ambiente generalizado de depresión, expresó Andrés Manuel López Obrador.
No hubo festejo con el retorno del PRI a la Presidencia de la República; por el contrario hay duelo nacional, manifestó en la presentación de su reciente libro titulado “No decir adiós a la esperanza”, de 160 editado por Grijalbo.
Ante las diversas expresiones surgidas después del fraude, que golpeó con mayor fuerza a simpatizantes, algunos de ellos inclusive todavía no se reponen, dijo que se vio en la necesidad de escribir el libro en donde plasmaría su versión.
Acompañado por el historiador Lorenzo Meyer y los periodistas Pedro Miguel y Jaime Avilés, el ex candidato presidencial rechazó la pretensión de culpar al ciudadano que vendió su voto o que no está a la altura de las circunstancias.
No se debe ser exigente con la gente que vive en la pobreza y que piensa todos los días en cómo sobrevivir, argumentó al culpar de la “perversidad” a quienes compraron votos y traficaron con la pobreza del pueblo, a los integrantes de la mafia, a quienes se creen amos y señores de México.
Tampoco dijo estar de acuerdo con el proverbio popular de que el pueblo tiene los gobernantes que se merece, porque las transformaciones son procesos lentos que llevan tiempo y puso de ejemplo la Independencia que inició en 1810 y se concretó un siglo después.
Al declarar que la lucha que encabeza por la transformación de la vida pública del país es por la vía pacífica, con la participación del pueblo plenamente informado, porque si fuese armada no sería necesario un trabajo de concientización, como el que actualmente se realiza a nivel nacional, y sólo bastaría con una vanguardia.
Luego explicó que la alternancia se consumó con el PAN en el 2000 para mantener el régimen de privilegios, de injusticias y de corrupción, porque los integrantes de la mafia del poder no quieren un verdadero cambio y cada vez que se intenta una transformación cierran filas, se unen y cometen un fraude electoral.
En 2006 fue el “haiga sido, como haiga sido” y en este año una nueva modalidad: Los billetazos, destacó.
A pesar de ambos fraudes que le impidieron llegar a la Presidencia de la República, López Obrador aseguró que sus adversarios no lo van a derrumbar, a pesar del mensaje de carácter prepotente de que “nos van a quitar el derecho a la esperanza”.
Dio lectura a unos párrafos del tercer capítulo del texto de autoría, de 160 páginas: “¿Qué sigue en estos días de desolación, desaliento y de presión por el fraude? Muchos ciudadanos se preguntan si vale la pena seguir insistiendo en cambiar las cosas y o de plano hacerse a un lado y dejar que la vida pública transcurra sin ellos, sin nosotros, los que hemos venido propugnando por una transformación profunda de México.
“Otros, con razón, cuestionan si la vía electoral es el camino hacia el cambio y, sin apostar a la violencia, sugieren que deberíamos explorar otras vías de lucha más eficaces. Entiendo el coraje, desencanto y malestar que produce este nuevo fraude y la arbitrariedad con que fue cometido, así como el mensaje prepotente de que nos quitarán el derecho a la esperanza.
Antes, vertieron sus comentarios Lorenzo Meyer, Pedro Miguel y Jaime Avilés. Entre los invitados estuvieron presentes Ifigenia Martínez, René Drucker, Elena Poniatowska, Héctor Díaz Polanco, Enrique Semo, Laura Esquivel y colaboradores de López Obrador.