27 de marzo del 2019.- En Yemen, el cuarto aniversario de la guerra llega marcado por un nuevo brote de cólera. UNICEF y la Organización Mundial de la Salud piden acceso humanitario sin restricciones para evitar que la enfermedad se siga propagando y llegue a los niveles de 2017 cuando hubo más de un millón de casos.
Desde principios de año, 109.000 yemenís han enfermado con diarrea aguda que se cree provocada por el cólera y 190 personas han muerto. Dos tercios de los casos eran de niños menores de cinco años.
Las organizaciones humanitarias temen que estos números sigan aumentando con la llegada de la temporada de lluvias y el colapso de los sistemas de agua y saneamiento.
Los combates en Hodeida y Taiz complican aún más la respuesta porque la población se desplaza para huir de la violencia.
UNICEF y la OMS están haciendo todo lo posible para evitar que se repita la epidemia de 2017. Han lanzado una campaña de vacunación, pero se enfrentan a muchos obstáculos como restricciones de acceso y trabas burocráticas para llevar personal y material al país.
El Programa Mundial de Alimentos ha alertado de que 10 millones de yemeníes están al borde de la hambruna. 20 millones, un 70 por ciento de la población del país no tienen garantizados los alimentos, lo que supone un aumento del 13% respecto al año pasado.