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Morelia, Mich., 05 de noviembre del 2012.- (por Gerardo Espinosa) La explicación del origen del ataque que sufrió el alcalde de Tanhuato, Gustavo Garibay García, ha generado una serie de posturas contradictorias en funcionarios del gobierno de Fausto Vallejo. Primero, el mismo día del atentado fallido en contra del edil de extracción panista, el secretario de Gobierno, Jesús Reyna, declaró que la agresión se podría circunscribir en la pugna por grupos delictivos rivales por hacerse del control de la zona, sin embargo, este día, el procurador de Justicia del Estado, Plácido Torres Pineda, salió a desmentir al secretario de Gobierno, al asegurar que detrás de la agresión contra el presidente municipal, fueron “personas ajenas al crimen organizado”.
Fiel a su manejo tortuguista de los temas difíciles, Torres Pineda reveló que dichas personas “amenazaron al edil de Tanhuato previo al atentado que sufrió el miércoles de la semana pasada al llegar a una de sus propiedades ubicada en las afueras de la localidad”.
El procurador –quien carga una cauda de irregularidades, falta de capacidad para investigar casos y nula habilidad para integrar averiguaciones previas-, reconoció que su dependencia carece de avances en la investigación que se inició tras el ataque al presidente municipal de Tanhuato.
Sin embargo, el fiscal del estado volvió a caer en las posiciones ambiguas, tras señalar que “no se puede descartar la participación de grupos delincuenciales en los hechos”.
Asimismo, aseguró que la dependencia que encabeza carece también de conocimiento de amenazas que haya recibido o estén recibiendo otros alcaldes por grupos delictivos: “no tenemos los elementos necesarios, pero si se llega a un acuerdo se podría buscar la forma de cubrir ese requerimiento de vigilancia”, enfatizó el hombre que hasta el momento ha tenido el peor desempeño de la actual administración.
