13 de diciembre del 2018.- Un informe del Fondo de la ONU para la Infancia llama a invertir en una atención neonatal de calidad y en la creación de instalaciones para la atención especializada del recién nacido.
Anualmente unos 30 millones de bebés nacen prematuramente, no alcanzan el peso mínimo o se enferman continuamente y necesitan atención especializada para sobrevivir, según las investigaciones de un nuevo informe de una coalición mundial que incluye a UNICEF y a la Organización Mundial de la Salud .
En relación con esta estadística, el director ejecutivo adjunto de UNICEF, Omar Abdi, destacó que estos millones de bebés y mujeres “mueren cada año porque no reciben una atención de calidad que es su derecho y nuestra responsabilidad colectiva«.
El informe titulado “Sobrevivir y crecer sano: Transformar la atención de todos los recién nacidos pequeños y enfermos” señala que los bebés que corren el mayor riesgo de muerte y discapacidad son los que presentan complicaciones tras un nacimiento prematuro, lesiones cerebrales durante el parto, infecciones bacterianas graves o ictericia, y los que padecen enfermedades congénitas.
La publicación razona que transformar la atención sanitaria, con la ayuda de la cobertura universal de salud, es una inversión inteligente y, además de favorecer el desarrollo de las generaciones futuras, servirá para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La falta de tratamiento especializado es mortal
La falta de un tratamiento especializado para estos niños provoca que muchos recién nacidos no sobrevivan a su primer mes de vida. Esta circunstancia provocó que murieran por causas prevenibles más de 2,5 millones de bebés el año pasado.
El estudio destaca además que casi dos tercios de los bebés muertos en 2017 nacieron prematuramente. Incluso en caso de sobrevivir, se enfrentan a enfermedades crónicas o retrasos en su desarrollo. Igualmente, se calcula que un millón de recién nacidos con bajo peso y enfermos sobreviven con una discapacidad a largo plazo.
Del mismo modo el informe señala que de aplicarse una mayor cobertura sanitaria, que incluya cuidados especiales para la madre y el niño se podrían salvar a casi tres millones de mujeres, niños que nacen muertos y recién nacidos en 81 países el año 2030.
De no transformarse la atención a los recién nacidos, el mundo no logrará el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 de garantizar una vida sana para todos. Es más, de no producirse un rápido progreso algunos países no alcanzaran esta meta hasta dentro de once décadas.
Para salvar a los recién nacidos, el informe recomienda:
- Asignar los recursos necesarios, como una inversión adicional de 0,20 centavos de dólar por persona, lo que puede salvar a 2 de cada 3 recién nacidos en los países de rentas bajas y medias para 2030.
- Proporcionar atención hospitalaria las 24 horas del día y los siete días de la semana a los recién nacidos
- Capacitar a las enfermeras para que proporcionen cuidados prácticos en colaboración con las familias.
- Enseñar a los padres a convertirse en cuidadores expertos puede reducir el estrés, ayudar al aumento de peso de los bebés y permitir que sus cerebros se desarrollen adecuadamente.
- Proporcionar una atención de calidad debería formar parte de las políticas de los países y una inversión a largo término para las personas que nacen con bajo peso o enfermas.