Muestra de ese retroceso es la contundente derrota que sufrió el pasado 1 de julio cuando la dirigencia nacional a través de terceros se apoderaron del PRI e impusieron candidatos a su arbitrio, nunca pensaron en la militancia sino en sus objetivos personales.
Víctor Silva Tejeda, presidente del PRI en Michoacán, pese a lo que digan sus detractores ha dado ejemplo de vocación democrática, abrió los procesos internos a las bases para que fueron ellos quieres decidieran su propio destino, sus propios dirigentes, hizo una estructura jamás vista, tenía todo para sacar el proceso electoral con los mejores hombres y mujeres pero su trabajo lo echó abajo la dirigencia nacional en contubernio con las “pandillas” internas.
Hoy está en una nueva etapa de recomposición, la dirigencia estatal no ha dejado solos a los municipios surgidos del PRI y la pregunta es: ¿dónde están aquellos que se sintieron en su momento salvadores del tricolor?
¿Dónde están los perdedores del PRI?
Después de la derrota del 1 de julio ni siquiera han dado la cara, se han ocultado y han abandonado el barco dejando solo a su Capitán Víctor Silva Tejeda que sigue trabajando sin descanso tratando de limpiar el “cochinero” que le dejaron después de la elección, como dicho el dicho “ahora le tocó bailar con la más fea”, sin embargo no se rinde y sin o con las “pandillas” sigue haciendo un trabajo digno al frente de su partido junto con su equipo.
Después de la elección pasada los mismos “pandilleros” hicieron correr la versión que él era responsable de la derrota, sin embargo, los militantes y simpatizantes no se tragaron el cuento, supieron perfectamente quiénes fueron los responsables y en la actualidad siguen confiando en su Capitán y le están respondiendo mientras que otros se encuentran ocultos en las sombras.