*La debacle electoral culpa de Ochoa Reza y camarilla.
*Silva Tejeda debe mantenerse firme en la dirigencia.
*La derrota de Meade se le debe a Ochoa Reza y camarillas en los estados.
*Se acabó el reinado de Poncho Martínez.
Columna «Sendero Político, Por José Cruz Delgado (03-VII-18).- Pasadas las elecciones y tras el triunfo del Andrés Manuel López Obrador, al Partido Revolucionario Institucional debe tomar muy en serio esta derrota, en Michoacán, el tricolor deberá hacer un trabajo para que vuelva a ser el de antes, pero la debacle electoral no es culpa de la actual dirigencia, sino del ex dirigente nacional Enrique Ochoa Reza y camarilla que por intereses personales impusieron candidatos a modo e intentaron apoderarse del PRI estatal.
La derrota en la entidad se le debe a este negro personaje que cómodamente será diputado federal sin merecerlo pero tarde que temprano tendrá que responder por esta canallada que hizo no sólo en Michoacán sino en otros estados del país, a él le debe José Antonio Meade la derrota.
Los priistas michoacanos deberán unirse en torno a su dirigente Víctor Silva Tejeda, quien hizo grandes esfuerzos por ganar, lamentablemente el tiempo no fue suficiente y se le debe reconocer que ha hecho un papel digno y decoroso y debe mantenérsele firme con el apoyo de René Juárez Cisneros para que puede reorganizar al PRI y vuelva a ser competitivo.
Es seguro que Juárez Cisneros, quien tampoco tuvo tiempo suficiente seguirá al frente de la dirigencia nacional y seguramente tomará en cuenta el trabajo hecho por los líderes estatales y sabrá valorar aquellos que hicieron hasta lo imposible por llevar al triunfo a Meade, entre ellos Silva Tejeda, quien ha sido un priista fiel a su partido y disciplinado que ha querido lo mejor y como funcionario ha sido ejemplo de muchos porque se ha preocupado por la gente de Michoacán y nadie le puede reprochar su desempeño.
Los priistas conocen el trabajo del actual dirigente y saben que recibieron siempre el apoyo de Víctor Silva Tejeda en las buenas y en las malas y han confiado en él y lo seguirán haciendo, así deberán seguir unidos para que en un corto plazo el tricolor vuelva a ser competitivo.
Definitivamente no está muerto, respira, pero solo unidos será el que era antes que cayera en manos de Enrique Ochoa Reza su camarilla.
Los que aspiraron la presidencia municipal de Morelia, algunos ya reconocieron su derrota ante Raúl Morón Orozco, mientras que el alcalde con licencia independiente Alfonso Martínez Alcázar que buscaba la reelección se aferra e inútilmente espera que le favorezcan los resultados, pero definitivamente su reinado llegó a su fin. Se acabó la pesadilla de los morelianos y esperan que el nuevo gobierno municipal cumpla con lo prometido en campaña.
Su mal gobierno lo llevó a la derrota.