Papantla, Veracruz, 29 de mayo de 2018.- Hoy como hace más de 100 años, el reclamo fundamental de la democracia mexicana sigue siendo el de nuestro apóstol de la democracia, Francisco I. Madero, quien advertía de la necesidad de garantizar que el pueblo pueda votar en libertad y que ese sufragio efectivo sea respetado sin distingos ni consideraciones de ningún tipo.
Para México, la observación electoral internacional ha sido un componente fundamental en la mejora continua de sus prácticas democráticas. Como mecanismo auxiliar para asegurar que las prácticas de votación y conteo de los votos se ajusten a los estándares internacionales de transparencia, legitimidad, certeza e integridad, la observación electoral internacional constituye una fuente de identificación de problemas, recomendación de mecanismos para aumentar los márgenes de credibilidad y participación en un proceso democrático y de acompañamiento a la hora de evaluar los resultados de una jornada de elección popular. Hay un prestigio asociado a las múltiples misiones internacionales de observación electoral en las que México ha participado desde 1996 pero también un compromiso de apertura con estas misiones de observación que han visitado nuestro país también desde la década de los noventa.
En días pasados, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, envió una invitación a observadores electorales internacionales a fin de que participen en el próximo proceso electoral federal del 1 de julio. La invitación fue dirigida ya a organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales con presencia global, institutos y partidos políticos, universidades, asociaciones civiles, Parlamentos nacionales y regionales, organizaciones parlamentarias internacionales, institutos internacionales de observación internacional, fundaciones, comités, organismos y redes internacionales de vigilancia del voto y promoción de la democracia de más de 30 países europeos, americanos y africanos.
La intención de esta invitación es, en primer lugar, destacar que tratándose de una elección histórica a partir de la cual los mexicanos votarán a favor de una transformación de fondo de la vida política nacional, la observación electoral internacional puede hacer una contribución decisiva no sólo para asegurar la integridad del proceso y supervisar la limpieza de la jornada sino también para efectuar un acompañamiento que permita a México seguir construyendo una democracia efectiva en un entorno de paz, certeza y respeto al voto.
El mundo entero tendrá la mirada puesta en México el próximo 1 de julio y si bien hemos avanzado en la construcción de instituciones electorales más confiables, mecanismos sólidos de participación política y en una cultura política cada vez más robusta, se hace necesario compartir con la comunidad internacional los retos más importantes que enfrentamos aún para combatir la compra del voto, el clientelismo y las irregularidades que en distintas localidades obstaculizan la transparencia y ponen en riesgo el respeto a la voluntad popular. Las resistencias al cambio político de fondo y los espacios de oportunidad para el fraude electoral son más que evidentes en Puebla y Veracruz, donde el nepotismo de las elites busca perpetuar su poder aún a costa de la decisión vertida en las urnas. De ahí que, los integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia, hemos decidido promover que se conformen misiones de observación electoral dedicadas específicamente a supervisar la legalidad del proceso en ambos estados, en donde además existen otros riesgos asociados a la violencia política, a fin de denunciar y documentar las eventuales irregularidades que pudieran verificarse para alterar el mandato popular.
La invitación concreta, en consecuencia, es a poner peculiar atención a estos estados sin menoscabo de las actividades de observación electoral internacional que para tal efecto ha dispuesto el Instituto Nacional Electoral (INE). Hoy como hace más de 100 años, el reclamo fundamental de la democracia mexicana sigue siendo el de nuestro apóstol de la democracia, Francisco I. Madero, quien advertía de la necesidad de garantizar que el pueblo pueda votar en libertad y que ese sufragio efectivo sea respetado sin distingos ni consideraciones de ningún tipo.
A diferencia de los reparos y las restricciones que los gobiernos del PRIAN pusieron siempre a la observación internacional del estado de nuestra democracia y nuestra situación en materia de derechos humanos, en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y la coalición electoral que conformamos, estamos plenamente comprometidos con el escrutinio internacional y nos declaramos listos para juntos, con el acompañamiento de organismos, entidades y actores internacionales, seguir construyendo la democracia que merece la sociedad mexicana.