*Nepotismo y corrupción en los sindicatos.
*Funcionarios cómplices de líderes sindicales.
*La Contraloría del estado es un cero a la izquierda.
*El Sistema estatal Anticorrupción se hace de la vista gorda.
Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (07-III-18).- Hasta ahora nada se sabe de las supuestas investigaciones en torno a la corrupción, nepotismo, amiguismo y compadrazgo que existe en los sindicatos de la Secretaría de Salud en Michoacán, luego de que saliera a la luz pública que Guadalupe Pichardo Escobedo, lideresa delSindicato de Trabajadores Descentralizados de los Servicios de Salud en Michoacán “Lázaro Cárdenas” tenía a muchos familiares dentro de la dependencia, con salarios que van de los 6 mil a los 21 mil pesos mensuales, y que en un año significan un desembolso para la dependencia por más de 3 millones 100 mil pesos, nadie ha informado nada al respecto pese a que el titular de Salud Elías Ibarra Torres se había comprometido a realizar una exhaustiva investigación al respecto.
Se comentó intervendría el Sistema Estatal Anticorrupción si era necesario, y claro que es necesario porque los michoacanos tienen el derecho de saber a dónde van aparar sus impuestos y el dinero del erario público, pues no es posible que mientras se comenta que hay muchas carencias en el sector salud, el recurso vaya a parar manos de los sindicatos indiscriminadamente y sin razón de ser.
Como lo apuntamos en una entrega anterior, en la nómina aparecen sobrinos, hermanos y otros parientes de quien ha sido defensora de los derechos de los trabajadores y ha liderado innumerables movimientos de protesta en exigencia por los salarios atrasados y falta de prestaciones a los trabajadores, lo que no se sabía que seguramente realizaba estos movimientos para negociar el ingreso de sus familiares como empleados a la Secretaría de Salud y tal vez engrosar la lista de comisionados en dicho sindicato.
Se dijo en su momento que el Sistema Estatal Anticorrupción interviene en este tipo de casos de oficio, sin necesidad de que haya una denuncia, de igual manera lo haría la Contraloría del estado, sin embargo hasta ahora no hay nada y seguramente ya negociaron en lo oscurito y el asunto se irá al archivo del olvido, pues ambas dependencias no sirven para nada.
Hace días se conoció que el 54 por ciento de la nómina de la Secretaría de Salud en Michoacán corresponde a familiares o amigos propuestos por sindicalizados y directivos, siendo ésta una práctica común en la dependencia de gobierno. La propia Pichardo Escobedo aceptó tener once familiares suyos que laboran en la Secretaría de Salud en Michoacán, algunos de ellos propuestos en su momento por ella misma y presentó estadísticas que señalan que de los 17 mil 641 trabajadores activos en el sector, 9 mil 539 fueron contratados por parentesco consanguíneo o por afinidad.
Lo que se traduce en el 54.07 por ciento de la plantilla laboral de la Secretaría de Salud en el estado, pues 6 mil 961 trabajadores tienen parentesco consanguíneo y 2 mil 578 tienen parentesco por afinidad con otros empleados sindicalizados o no en la dependencia.
De ahí que la misma dirigente aceptara que “efectivamente trabajan algunos de mis familiares, por lo cual me presento para dar la cara y decirles quiénes son y en qué condiciones entraron cada uno de ellos”, afirmaría al rotativo La Voz de Michoacán que dio a conocer lo anterior: Celina Pichardo Escobedo es mi hermana, entra en el 2012, yo la propongo; Juan Manuel Tello Pichardo es mi hijo, entra en enero del 2012 y yo lo propongo; Susanne Esbey de Tello Pichardo es mi hija, yo la propongo el 16 de agosto de 2011; Manuel Pichardo Escobedo es mi hermano, entra en 2013 y yo lo propongo, Rafael Rodríguez Pichardo es mi sobrino, lo propongo yo; Rubén Rodríguez Pichardo yo lo propongo y es mi sobrino”.
Pero quizá no toda la culpa es de ella, quien verdaderamente es responsable es la Secretaría de Salud, al aceptar ingresarlos a la nómina y llama la atención el cinismo con que acepta la “dirigente sindical” su responsabilidad.
Lo mismo sucede el dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado de Michoacán (Atem), Javier Maldonado Torres, quien reconoció que hay familiares suyos laborando al interior de la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), cuando este supuesto líder también realiza movilizaciones y nadie imaginaba que lo hacía para beneficio personal, engañando a los michoacanos haciéndolos creer que era un paladín de la clase trabajadora y sale a la luz pública que es igual o peor de corrupto que otros.
“Yo si tengo también familiares laborando en la SSM no lo voy a negar, declaró en rueda de prensa, quien no aceptó ni negó las declaraciones hechas por Pichardo Escobedo en las que señala que Maldonado Torres tiene al menos 80 familiares en la dependencia: “Puede haber muchos con mi apellido y yo ni los conozco”, aseveró irónicamente.
Así pues, dentro de los sindicatos michoacanos hay muchos intereses de por medio, y sirven para beneficio personal o de grupo, quizá por ello realizan marchas y plantones, se la dan de paladines de la justicia y amigos de los trabajadores, pero al final de cuentas son los más corruptos, y lo más grave que los propios funcionarios, por presiones o no, se hacen cómplices de estos vividores sindicales.