febrero del 2018 (Por Manuel Hernández Borbolla, reportero de política) El 2018 pinta particularmente difícil para el PRI en la pelea por las gubernaturas. De las nueve en disputa, el tricolor no pinta como favorito en ninguna de ellas.
Mientras tanto, Morena se perfila como favorito en cinco: Ciudad de México, Veracruz, Chiapas, Tabasco y Morelos; el PAN en dos: Guanajuato y Yucatán; y Movimiento Ciudadano (MC) en 1: Jalisco.
En el caso de Puebla, la disputa será entre Morena y PAN, mientras que en Yucatán será entre PAN y PRI, de acuerdo con diferentes encuestas.
Tampoco ha sido un proceso fácil para la coalición Por México al Frente, ya que la alianza entre PAN-PRD-MC se rompió en Jalisco, Morelos y Yucatán, mientras que en Chiapas pende de un hilo.
En contraste, Morena perfila obtener buenos resultados en tres de los llamados graneros electorales: Ciudad de México, Veracruz y Puebla. Sin embargo, su débil presencia en Guanajuato y sobre todo Jalisco, podría resultarle contraproducente.
Contextos y escenarios complejos que sin duda se verán reflejados en los resultados de la elección presidencial, donde Andrés Manuel López Obrador aventaja al panista Ricardo Anaya y al priista José Antonio Meade en las encuestas de preferencia electoral.
Jalisco: la mesa puesta para Alfaro
Salvo que algo extraño ocurra en los próximos meses, Enrique Alfaro se encamina como el próximo gobernador de Jalisco. Tanto así, que el alcalde con licencia de Guadalajara, se dio el lujo de desdeñar la alianza con el PAN y PRD rumbo a la gubernatura pese a formar parte del Movimiento Ciudadano y respaldar la coalición Por México al Frente.
A pesar del desgaste que ha sufrido Alfaro en los últimos años, incluyendo sus desencuentros con los medios de comunicación, los números siguen sonriendo al abanderado del partido naranja. Tanto así que de los 126 municipios de Jalisco, la coalición irá tan sólo en 74. MC contenderá en solitario por 21 alcaldías, PAN en 20 y PRD en 13. En los municipios urbanos de Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco y Zapotlanejo, que ya gobierna MC, no habrá coalición electoral.
Mientras tanto, el PAN sigue sin candidato. Entre los nombres que se perfilan para contender a la gubernatura están el del líder estatal del blanquiazul, Miguel Ángel Martínez Espinosa y el expresidente de Coparmex, José Medina.
Desde diciembre pasado, el PRI decidió que su «candidato de unidad» sería el exsecretario de Desarrollo e Integración Social del estado, Miguel Castro Reynoso, propuesto por el actual gobernador Aristóteles Sandoval. Esto aún cuando el líder de la CNOP, una de las bases electorales del PRI a nivel nacional, Arturo Zamora, declinó a favor de Castro ante difíciles posibilidades de triunfo para su candidatura, aun cuando se perfilaba como la carta más fuerte del tricolor.
Morena, cuya presencia en Jalisco sigue siendo poca, postulará al empresario Carlos Lomelí, quien más que tener posibilidades de ganar la gubernatura, buscará consolidar la estructura del partido a nivel estatal, con miras a la elección presidencial.
De acuerdo con una encuesta de Reforma, publicada en noviembre de 2017, Movimiento Ciudadano se perfilaba como la principal fuerza política de la entidad con 27%, le sigue el PRI con 21%, después el PAN con 8% y Morena con 7%.
Ciudad de México: ventaja para Sheinbaum
En la capital del país, la pelea será entre Morena y el PRD. Una batalla donde la exdelegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, lleva ventaja en las encuestas de preferencia electoral sobre Alejandra Barrales.
De acuerdo con una encuesta de Reforma, en la segunda mitad de 2017, Morena se mantuvo con una diferencia prácticamente de 2 a 1 arriba de su más cercano perseguidor, el PRD. Para diciembre, Morena registró 38% de la intención de voto, frente a 17% del PRD, 11% del PAN y cuarto lugar el PRI.
Aunque el escenario se aprieta más sumando los porcentajes del PRD, PAN y MC, la ventaja de Sheinbaum en la Ciudad de México bajo un escenario de alianzas sigue siendo de 13 puntos porcentuales.
Esto, aún cuando Sheinbaum y Barrales están prácticamente empatadas en conocimiento popular, aunque la perredista tiene más negativos.
El tercero en disputa es Mikel Arriola, cercano al candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, cuya candidatura fue definida desde Los Pinos. Una candidatura que, más que contar con posibilidades de ganar, busca restarle votos tanto a López Obrador como al frente PAN-PRD-MC en la capital.
Morelos: el descontento contra Graco
El descontento popular con la administración del gobernador Graco Ramírez le pasará factura al PRD, partido que pretende candidatear a Rodrigo Gayosso, hijastro de Ramírez.
Sin embargo, el hecho de que el PRD sólo haya concretado una alianza con el PSD, mientras PAN y MC buscan un candidato común a la gubernatura ante su rechazo a la nominación de Gayosso, le resta posibilidades al sol azteca.
Los negativos de Graco Ramírez, que se transfieren a Gayosso, han provocado que casi 7 de cada 10 morelenses reprueben a la actual administración, según diversas encuestas que sitúan al actual gobierno de Morelos como el peor evaluados del país, de acuerdo con un estudio del Gabinete de Comunicación Estratégica. Un descontento que se explica por la crisis de inseguridad y un endeudamiento que ha crecido 500% en lo que va del sexenio.
Esto ha abierto las posibilidades para los dos precandidatos de la alianza Morena-PES: el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, y el senador Rabindranath Salazar. Esto, luego de que los números en Morelos hayan favorecido al partido de López Obrador en las últimas elecciones presidenciales.
Por parte del PRI, todavía no hay un candidato claro, aunque al parecer sólo irá en coalición con Nueva Alianza y no con el PVEM, que irá por cuenta propia.
Puebla: el bastión azul de Moreno Valle
La coalición entre el PAN, PRD, MC y los partidos locales PSI y Compromiso por Puebla fue nombrada «Por Puebla a Frente», alianza que dejará a la coalición en ventaja de recursos de 2 a 1 frente a su más cercano perseguidor: el PRI.
La candidata a la gubernatura por la alianza emanará del PAN, será Martha Erika Alonso, esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, según anunció la dirigencia nacional del PAN. Una nominación que forma parte de los acuerdos de Moreno Valle con la cúpula del blanquiazul, manejada por Ricardo Anaya.
Por el lado de Morena, el nominado será el senador Miguel Barbosa, quien buscará refrendar el triunfo que obtuvo López Obrador en la entidad sobre el PRI en la campaña presidencial de 2012. Esto, a pesar de que el PAN se perfila como el partido a vencer dentro de la contienda.
En el PRI, todavía están en espera de que la dirigencia nacional de luz verde al abanderado poblano, entre los que se encuentran Juan Carlos Lastiri Quirós, subsecretario de la Sedatu a nivel federal, y el líder estatal Jorge Estefan Chidiac, cercano al grupo de José Antonio Meade.
Aunque encuestas recientes muestran una ligera ventaja a favor de Barbosa, el peso político de Moreno Valle en Puebla podría ser el factor determinante para definir la elección.
Chiapas: la rebelión de los Verdes
La fractura del PVEM en Chiapas podría ser decisiva en el proceso electoral de 2018. Esto, luego de que alcaldes y diputados locales del Verde, encabezados por el dirigente estatal Eduardo Ramírez Aguilar, se rebelaron contra la «imposición» del senador priista Roberto Albores Gleason como precandidato a la gubernatura de la entidad.
Esto provocó que 14 de los 16 diputados locales presentaran su renuncia al partido, luego de que el Presidente Enrique Peña Nieto comunicó al gobernador chiapaneco Manuel Velasco, la decisión de apoyar a Albores Gleason.
Sin embargo, de último minuto, el PRI logró salvar la alianza con el PVEM en Chiapas, por lo cual, Albores Gleason y Ramírez Aguilar competirán en un proceso interno por ver quién será el candidato a la gubernatura. Habrá que esperar a ver cómo se define dicho proceso para conocer las implicaciones que tendrá en la elección.
Dicha fractura beneficiaría principalmente a Morena, donde López Obrador ha recavado un buen número de votos en las últimas dos elecciones presidenciales. De este modo, el experredista Rutilio Escandón será el abanderado de Morena en Chiapas. Actualmente, Escandón (quien ha sido identificado como allegado al gobernador Velasco) encabeza las encuestas de preferencia electoral alrededor de 20% arriba de Albores Gleason.
Sin embargo, llama la atención que Morena haya abierto sus puertas a la disidencia del PVEM, pese a los bajos niveles de aprobación del actual gobernador, quien figura como uno de los mandatarios peor calificados del país.
La coalición Por México al Frente, integrada por PAN-PRD-MC pende de un hilo y cuenta con pocas posibilidades de figurar en la elección. Sobre todo ahora que quien se perfilaba como el candidato de la coalición, José Antonio Aguilar Bodegas, quien fuera secretario de Campo en el gobierno de Velasco para luego renunciar en octubre pasado en busca de la candidatura del frente, es investigado por la fiscalía estatal por el manejo de diversas cuentas bancarias con transferencias millonarias entre 2013 y 2014.
Mientras tanto, el MC registró como precandidata a la gubernatura de Chiapas a la diputada federal María Elena Orantes López, quien fuera candidata a la gubernatura por la alianza PRD-PT-Convergencia en la elección de 2012.
De este modo, el candidato de Morena lidera las encuestas con 33.8%, seguido de Aguilar Bodegas con 15.7% y Albores Gleason con 13.1%, de acuerdo con una encuesta de Masive Galler.
Tabasco: Morena será el partido a vencer
Al igual que ocurre en Morelos, los bajos niveles de popularidad del actual gobernador Arturo Núñez, serán uno de los principales ingredientes en la definición del próximo mandatario.
Pero el desgaste de Núñez no fue impedimento para concretar la alianza entre PRD-PAN-MC, que jugará con Gerardo Cuadiano Rovirosa (nieto del exgobernador Leandro Rovirosa Wade) quien aparece como el mejor posicionado de entre los políticos que buscaban la candidatura de la coalición Por Tabasco al Frente. Guadiana Rovirosa es alcalde del Centro de Villahermosa.
Sin embargo, el candidato a vencer será el abanderado de Morena, el exsenador y dirigente estatal, Adán Augusto López Hernández, cercano a López Obrador.
De acuerdo al resultado de una encuesta financiada por Grupo Cantón, López Hernández va arriba por 13 puntos de su más cercano adversario, Gaudiano Rovirosa, quien se queda en segundo lugar con 11.5%.
Por el lado del PRI, Georgina Trujillo Zentella (hija de otro exgobernador, el priista Mario Trujillo García) fue nominada como la abanderada del PRI, partido que irá en solitario para esta elección. La candidata del tricolor ha sido dos veces diputada federal, además de diputada local y senadora, así como expresidenta del PRI a nivel estatal.
Veracruz: la cerrada lucha entre Morena, PAN y PRI
José Yunes Zorrilla, del PRI-PVEM-PANAL; Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN-PRD y Cuitláhuac García Jiménez, de Morena-PT-PES, serán los tres candidatos que contendrán por la gubernatura de Veracruz.
Una elección de pronóstico reservado que probablemente se irá a tercios, como ocurrió en la elección de 2016 en que resultó vencedor el actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, padre del candidato de la coalición Por México al Frente.
Por su parte, Cuitláhuac García Jiménez, quien buscará la gubernatura de Veracruz por segunda ocasión y quien dio la sorpresa al cerrar los resultados de la elección en los comicios anteriores, vaticinó que esta vez las condiciones son distintas y confía en sacar un buen resultado. Incluso asegura superar en las encuestas por casi 5 puntos a Yunes Márquez.
En tanto, el PRI contenderá con el exsenador Yunes Zorrilla, amigo del actual candidato a la presidencia, José Meade y del canciller, Luis Videgaray, con quienes estudió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Datos de una encuesta reciente realizada por Masive Caller ubican a Cuitláhuac García en la cabeza de las preferencias, con 30.1%, frente a 28.6% de Yunes Márquez y 14.9% del abanderado del PRI, Yunes Zorrilla, quien aparece rezagado en la tercera posición.
Guanajuato: el bastión que el PAN se niega a perder
En Guanajuato todo pinta para que el PAN vuelva a ganar la gubernatura de la mano del precandidato único Diego Sinhue, exsecretario estatal de Desarrollo Social, quien dejó en el camino al senador Fernando Torres Graciano y Luis Alberto Villarreal, quienes desistieron de su aspiración, así como Carlos Medina Plascencia, exgobernador del estado.
En el lado del PRI, la pelea por la candidatura guanajuatense podría acabar en ruptura, aunque hasta el momento no hay nada definido. El que se perfila es José Luis Romero Hicks, presidente de la Fundación Colosio en el estado de Guanajuato, quien ha sonado como el favorito del PRI nacional y quien cuenta con apoyo de Meade. El otro que sigue en disputa es el senador Gerardo Sánchez, quien insistirá hasta el final en ir a una elección interna donde la asamblea de delegados decida el candidato.
Mientras tanto en Morena, no hay un candidato definido, aunque por ser un estado conservador, el PES está empujando impulsar a algún candidato propio en la entidad.
Sin embargo, todas las mediciones dan una ventaja considerable al PAN por encima del PRI.