27 de febrero del 2018.- El Secretario General de Naciones Unidas declaró que las resoluciones solo tienen sentido si se cumplen y urgió a las partes en conflicto a ejecutar la decisión del Consejo de Seguridad, que establece un cese de hostilidades durante treinta días por motivos humanitarios.
“Por ello, espero que la resolución se cumpla de inmediato, en particular para garantizar la entrega de ayuda y servicios humanitarios de manera segura, continua y sin impedimentos, asegurar la evacuación de los enfermos y heridos graves y aliviar el sufrimiento del pueblo sirio”, destacó Guterres.
Según despachos de prensa, las hostilidades en Guta Oriental, un suburbio de Damasco, continuaron produciéndose durante este domingo.
Falta de unidad de la comunidad internacional
Por su parte, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos resaltó la falta de unidad de la comunidad internacional en el conflicto de Siria.
«¿Cuánta crueldad se necesita para que la comunidad internacional pueda hablar con unanimidad para decir que hay suficientes niños muertos, suficientes familias destrozadas, suficiente violencia, y tomar medidas firmes y coordinadas para poner fin a esta monstruosa campaña de aniquilación?», manifestó Zeid Ra’ad Al-Hussein.
El Alto Comisionado indicó que, desde el inicio de la ofensiva del Gobierno sirio y sus aliados contra la oposición en Guta Oriental el pasado 4 de febrero, se han producido más de 1200 víctimas civiles, entre ellas 346 muertos y 878 heridos, en su mayoría por ataques aéreos contra zonas residenciales.
La destrucción de viviendas ha provocado el desplazamiento de multitud de civiles a zonas donde no hay refugio seguro, en particular de mujeres y niños, que viven aterrorizados y buscan amparo bajo tierra, donde difícilmente pueden acceder a alimentos y saneamiento.
Los niños sirios refugiados en Jordania no pueden cubrir sus necesidades más básicas
El 85 % de los niños refugiados sirios que residen en Jordania vive bajo condiciones de pobreza y el 94 % de los menores de 5 años se encuentra en una situación de pobreza “multidimensional”, es decir, se le priva de sus necesidades básicas, como son la educación, la sanidad o la protección, revela un estudio de UNICEF.
“Tras siete años de crisis, debemos continuar haciendo todo lo posible para ayudar a los niños refugiados y sus familias que luchan para satisfacer sus necesidades básicas”, señaló Robert Jenkins, el jefe de programas de UNICEF para Jordania.
Basado en las respuestas de los refugiados, el estudio muestra que alrededor de 65 % de las familias sirias sufren inseguridad alimentaria o están a punto de hacerlo, es decir, no reciben suficiente como para mantener una dieta apropiada.
El equipo de UNICEF también informó de que algunos padres se saltan comidas para que sus hijos puedan alimentarse.
Además, cerca de la mitad de los niños de entre cero y cinco años no tiene acceso a servicios sanitarios adecuados, incluidos los servicios para discapacitados o la vacunación, y el 16 % no posee partida de nacimiento, lo que los expone a riesgos adicionales a medida que crecen.
El 38 % no va al colegio, mientras que los que tienen entre seis y diecisiete años se enfrentan al trabajo infantil y la violencia.
En respuesta a la crisis, UNICEF trabaja con el Gobierno de Jordania y sus socios para proporcionar apoyo y ayudar a los jóvenes a participar de forma positiva en sus comunidades y acceder a un empleo digno, educación y oportunidades de formación.
No obstante, la reducción de la financiación ha perjudicado gravemente las medidas. La agencia se enfrenta a un déficit de 145,7 millones de dólares hacer frente a la situación.
“Con la escalada radical de la crisis siria y su carácter prolongado, Jordania precisa apoyo continuado para gestionar el impacto y satisfacer las necesidades de los niños en situación de vulnerabilidad” añadió Jenkins.
De acuerdo con las estimaciones, hay cerca de 660.000 refugiados sirios en el país. Poco más de la mitad son niños de diecisiete años o menores.