Artículo de Fondo «Repercusiones», Por Samuel Maldonado B. (08-I-18).- Por todas partes de la República Mexicana, cientos de hombres y mujeres empiezan a recorrer verdaderamente sinuosos caminos, algunos de éstos son de terracería, asfaltados otros y desde luego muchos son tenebrosos; andan buscando ser conocidos y acuden a las diversas plazas, saludando de mano a quienes se encuentren, son amables, ríen, quieren ser simpáticos a todos. Visitan mercados, ferias, tianguis y van en búsqueda de lo que solamente algunos pocos alcanzaran. No son lo que antes eran en lo general: ambiciosos, prepotentes. En sus oficinas, a muy pocos atendían, pues sus múltiples actividades no lo permitían. Con motivo de las elecciones, ya en los mercados, en la vía pública, en las plazas saludan a todos de mano, buscan ser simpáticos, atentos, amables. Buscan ser lo que no son tan luego como llegaron los tiempos y se acercan las elecciones.
Gente hubo que una vez, dos y más veces acudían a sus oficinas para solicitar audiencia sin respuesta positiva, pero ahora, ya buscando el apoyo popular, se muestran risueños, amables, atentos… ¡han cambiado mucho y ahora ya no usan corbata ni saco: jeans o vaqueros son más cómodos para darse baños de pueblo y así, disfrazados, comienzan a visitar las plazas públicas, caminan por las calles como cualquier ciudadano e incluso, saludan de mano a cientos, pero discretamente se limpian con alcohol las sudadas manos para evitar algún contagio de pobreza.
Saludable e increíble transmutación de aquellos quienes pocas semanas antes ni daban audiencia alguna ni atendían a quienes le solicitaban los recibiera. La respuesta a los que llegando hasta sus oficinas a pedir audiencia, la respuesta era la misma de siempre: “no está, ya salió”, ¡se acaba de ir, vengan mañana, márquele por teléfono, ya no tarda en llegar; disculpe “está en una audiencia”, etc. Pero ahora, ya como precandidatos son muy diferentes, se vuelven simpáticos, se dejan ver e incluso, amorosamente, hasta alzan a los bebes que llevan las madres, les hacen guiños y hasta los alzan y los besan… ¡todo ese circo, porque andan en precampaña!
Desde luego que hay una enorme diferencia entre los diversos candidatos habidos. A uno en especial, mañosamente el sistema le arrebató el triunfo y el mal gobierno manipuló el sistema de cómputo para entronizar al esposo de una señora que ahora suspira repetir la bad película de su marido, ¡regresar a un pasado oscuro¡. Hay otro, incansable, que es el candidato a vencer, y que de llegar a perder, se va a ir a La Chingada sin que esto sea grave. Lo grave verdaderamente es que el Sufragio Efectivo no es efectivo, es totalmente infausto y lo que e busca es la continuidad de un régimen putrefacto y nefasto para la Nación.
En el año de so 1910, nació el eslogan de Sufragio Efectivo No Reelección, buscando con este terminar con la dictadura porfirista, que ya llevaba en el poder casi los treinta años. Era este eslogan un paso a la democratización en México, era un llamado al respeto a la voluntad popular, y una forma de terminar con el régimen autocrático de Don Porfirio Diaz.
Durante los últimos sexenios ya no solamente se han repetido, casi perpetuándose, los diputados y senadores, quienes han venido pasando de una Cámara a otra sin pudor alguno. Cansan las mismas caras, y como parásitos, viven del presupuesto nacional. Pareciera que añoran la Dictadura Porfirista. ¡Ya los mandaremos otra vez a Francia en el Ipiranga¡