21 de noviembre, 2017 — El Consejo de Seguridad de la ONU instó hoy a los Estados a reforzar su compromiso político y a cumplir las obligaciones jurídicas de tipificar como delito la trata de personas, además de prevenirla y combatirla por otros medios.
En una resolución adoptada por unanimidad, los integrantes del Consejo también condenaron enérgicamente ese flagelo y conminaron a los países a avocarse a la detección y eliminación de la trata, así como a la identificación y asistencia a las víctimas.
El documento promovido por Italia, presidente en turno del órgano de seguridad, fue votado antes del inicio de una sesión de debate sobre la trata en situaciones de conflicto en la que participó el Secretario General de la ONU.
António Guterres, urgió al Consejo a tomar medidas para proteger los derechos humanos y la dignidad de los migrantes.
El líder de Naciones Unidas reiteró el horror generalizado que causaron las recientes imágenes de migrantes africanos vendidos como mercancías en Libia, lo que podría constituir un crimen de guerra o de lesa humanidad.
“Es nuestra responsabilidad colectiva detener estos crímenes. Debemos actuar urgentemente para proteger las garantías fundamentales y la dignidad de los migrantes. Esto significa llevar a los responsables ante la justicia. Significa aumentar de inmediato la ayuda humanitaria y asistir a las autoridades libias para que fortalezcan su capacidad de protección y socorro a hombres, mujeres y niños vulnerables”, dijo.
Guterres afirmó que existe una necesidad imperiosa de crear más oportunidades para la migración regular y la prevención de situaciones que propician la trata, como son la pobreza y la exclusión.
Recordó que la brutalidad de ese delito no tiene límites y mencionó la explotación sexual, el trabajo forzado, la remoción de órganos y la esclavitud entre las modalidades derivadas de ese flagelo.
Por otra parte, el Secretario General subrayó la importancia de la cooperación, la asistencia legal y la información compartida para el desmantelamiento de las redes criminales que lucran con el sufrimiento y las carencias de las personas vulnerables debido a conflictos o pobreza.
“Precisamos mostrarle al mundo nuestra determinación de poner fin a la trata, de ayudar a sus numerosas víctimas y de procesar a los responsables por sus crímenes”, concluyó Guterres.