17 de noviembre, 2017 — Durante los 10 últimos días unas 30 balsas de fabricación casera transportaron de Myanmar a Bangladesh a casi 1.000 refugiados rohingya, informó este viernes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Muchas de esas personas no pueden pagar el precio de un pasaje y se ven obligadas a usar estas balsas construidas con todo tipo de material como palos de bambú y bidones vacíos atados con cuerdas y cubiertos con hojas de plástico.
ACNUR estima que desde el pasado 25 de agosto unos 620.000 refugiados rohingya han huido de Myanmar y que más de 100 se han ahogado en naufragios u otros incidentes marítimos en su intento de llegar a las costas de Bangladesh.
Pese a los esfuerzos para prestar ayuda humanitaria y servicios, el hacinamiento y las difíciles condiciones de vida en los campamentos y lugares provisionales de asentamiento, incrementan los riesgos de salud, saneamiento e incendios, así como la violencia y la trata de personas.
Hasta la fecha, ACNUR ha entregado cientos de miles de artículos de socorro, como tiendas de campaña, láminas de plástico, mantas, colchonetas, mosquiteros y utensilios de cocina.