Por Víctor Ardura.- (06/09/12)
El rector está en un punto que no tiene inicio ni salida. De por sí fastidiado por las organizaciones de estudiantes, en particular por una que está exigiendo el oro y el moro para por lo menos 300 estudiantes que no pasaron el examen de admisión, ahora buscan solución con algunos diputados federales.
Es una situación bastante extraña. Cuando enturbiaron la policía federal y la estatal las casas del estudiante, y detuvieron a más de doscientos estudiantes al principio, Salvador se vio totalmente a resguardo de la política interna de la universidad.
Dijo que la universidad sustentaba otro tipo de estudiantes, otra clase de moradores en esas casas, y después, cuando fue fustigado, expuso una versión diferente. Ahora con un problema sindical encima, se reúne con diputados y les expone los problemas de nuestra linda universidad.
Son tres los causantes del problema universitario: exceso de plantilla administrativa o no reconocida, que implica al año 440 millones de pesos; jubilaciones y pensiones, que entre académicos y administrativos este año será de 669 millones de pesos, y albergues estudiantiles, que es de 138 millones de pesos anuales, en total mil 247 millones de pesos al año.
Es un dinero que se tienen que descontar del presupuesto de la universidad y que deja tórridos romances entre los sindicatos y rectoría. Más que esta entrevista con los diputados federales, el rector debe ponerse un manto de pilas y saber qué hacer. Por lo pronto algo más que entrar en problemas con los gremios organizados que dejan a la universidad constantes muros.
Hay que saber hacer y saber remover…