Columna Política «Repercusiones», Por Samuel Maldonado Bautista (19-VI-17).- Uno lo es alto, locuaz, simple, a veces simpático; sus tonterías nos hicieron reír pero su gobierno en lo general nos dio pena, sobre todo por su incultura, los saqueos al erario público realizados por él, sus familiares; por su gabinete, lo que es normal en nuestro país; por su desconocimiento de la diplomacia, su natural simplicidad y falta de respeto a sus pares invitados y sobre todo por el “comes y te vas” para aquel que era (y sigue siendo) el más grande de todos los comensales reunidos en esa mesa.
Ese hombre alto, originario de donde “la vida no vale nada” sin que nadie se lo solicite, se quiere convertir en “un caballero andante” para poder rescatar a todos los mexicanos de la amenaza, no del verdadero enemigo de México, sino del nacido en Tepatitlán, en la Chontalpa tabasqueña y que públicamente los diferentes medios informativos indican que, hasta ahora, va a la cabeza de todos los aspirantes a la Presidencia de la República bananera, que mal gobierna el pequeñín (comparado con el alto Fox) hijo del Estado de México.
Realmente es penoso que los mexicanos que nos desgobiernan se doblen ante el poderoso enemigo, que puede ser diplomáticamente vencido, si tuviésemos hombres de estatura internacional, como lo fueron y aun lo son, entre otros, Alfonso García Robles (premio Nobel de la Paz, 1982); Octavio Paz, Federico Gamboa, Jaime Torres Bodet, José Ángel Ceniceros y muchos otros. En fin, lanza en ristre y en un jamelgo (caballo viejo, de poco utilidad, flaco y hambriento) van contra el presidente del Movimiento de Renovación Nacional (Morena).
En el otro lado de la devaluada moneda nacional, en México, la pléyade de ilustres muñecos de varios países latinoamericanos que navegan impulsado por el vecino norteño, doblegados por los dólares, tratan de hacer olas por mares tormentosos, que comanda por ordenes superiores, el peón Almagro, mismo que en conjunto con los mencionados hacen hace un “exhorto” a los países dependientes del poder norteamericano, incluido México, para que ¡todos en uno¡, como los famosos mosqueteros, se vayan contra Venezuela, sin mirar como estamos subyugados por el buen vecino. Los peones menores de Almagro, gritan desaforadamente y todos en coro:
¡Que no hay democracia en Venezuela¡. Afirman que ¡ el régimen Venezolano va contra la Asamblea Nacional¡, ¡Que de asumir el Poder Legislativo inconstitucionalmente subvertirá el Orden Constitucional¡
¿Acaso la hay en México? en los países que han representado? ¡No¡… se acaban de realizar elecciones en algunos estados de la República en donde claramente se repitieron los vicios y sobornos usuales en nuestro país?
¡Acaso no se robaron las elecciones en 1988, despojando a Cuauhtémoc Cárdenas y burlándose de la población en lo general y llevando a la titularidad del Poder Ejecutivo a Carlos Salinas de Gortari?, ¿No se ha repetido este robo y se le entregó la titularidad del P.E. a otros asaltantes y no a quienes realmente la ganaron?
¡Con que autoridad el susodicho Almagro, convertido ahora en el peón mayor del poder económico, continua sirviendo ¡siempre leal! a los intereses de nue$tro poderoso vecino?
¡Que vergüenza para México que sea el huésped que apoya la reunión en Mérida, de una organización como la OEA, totalmente desprestigiada y que pena también la que sufren los pueblos de esas repúblicas bananeras, como Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, etc. que apoyan prácticamente una invasión a Venezuela. Con seguridad tiene la población de los países que tratan de juzgar lo que todos padecemos y no solamente Venezuela. ¡Que vergüenza que México se sume a tal acción¡