CDMX, 10 de junio del 2017.- (PROCESO) Fraude y elección de Estado son los términos que utiliza el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) para el Estado de México, Bernardo Barranco, al referirse a la polémica jornada electoral del domingo 4 en esa entidad.
En la tierra del presidente Enrique Peña Nieto, dice, la estrategia se fraguó en connivencia con los tres niveles de gobierno, cuyos operadores recurrieron a todo para controlar el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), amenazaron a los contendientes de la oposición y recurrieron a las campañas negras, así como a la sustitución de 5 mil funcionarios de casilla el día de la votación y a la manipulación de las actas.
Ese modus operandi, sostiene, estuvo en acción durante todo el proceso electoral para hacer ganar a la fuerza al candidato del PRI, Alfredo del Mazo Maza. “Hubo un conjunto de viejas acciones que han sido reactivadas. Siguen presentes en la práctica electoral y son solapadas por los institutos electorales”, afirma Barranco, quien ha sido consejero electoral del Estado de México en distintos momentos desde 2009: en los comicios en los cuales obtuvieron la gubernatura Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila. Ahora, como consejero representante del INE, siguió la campaña del también priista Del Mazo.
A la luz de las controversias generadas por una jornada electoral plagada de irregularidades, expresa su desencanto y reitera: “(Hubo) prácticas fraudulentas por parte del Estado, como la politización de los programas sociales, la compra y coacción del voto, las amenazas a consejeros electorales y levantones de funcionarios de casilla. Fue una campaña sucia contra Delfina Gómez. Todo eso incidió en el ánimo ciudadano y en el resultado electoral”.
La “lógica del mapacheo”
En el Estado de México, las elecciones han sido controladas por las autoridades mexiquenses por medio del Instituto Electoral, un instrumento que históricamente utilizan para administrar, dirigir y orientar a los partidos, candidatos y campañas políticas, comenta Barranco a Proceso.
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde obtuvo su licenciatura en economía, y con una maestría en sociología del catolicismo contemporáneo cursada en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, Barranco abunda:
“Cuando los partidos políticos hablan de una elección de Estado, me provoca una sensación de insuficiencia. Es una expresión que dice todo y no dice nada; incluso puede desorientar. Pero cuando se dice elección de Estado en los comicios mexiquenses estamos hablando de la transformación o transfiguración del aparato de gobierno en aparato electoral muy poderoso y aceitado, con mucho dinero, recursos y estructura.”
Con información de PROCESO.com