(20-08-12) Para los legisladores del PRI y del PRD la atomizada decisión de retirar a MVS del 2.5 GHz, representa una decisión que juega con la voluntad dada, por un lado, y por otro representa una plausible determinación de quitar a la empresa el poder hacer uso de esta banda libre que ha estado batallando durante mucho tiempo.
Tanto al Presidente Felipe Calderón como a Dionisio Pérez Jácome, Secretario de Comunicaciones y Transportes, la reacción de la mayoría de los escritores de quienes tienen un espacio para artículos y columnas, el asunto salió mal encaminado. El retirar la banda de 2.5 GHz a Multivisión sacó más negativas en contra que reacciones a favor.
Por ejemplo, José Luis Jaime Correa señala hoy en un diario de circulación nacional que esta determinación presidencial no se puede recibir cuando hay leyes, como la ley de protección a periodistas, que hacen del asunto una incongruencia.
El Vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD fue claro al decir que la decisión presidencial se extralimitó al no ser lo suficientemente legible para retirar la concesión a MVS. Coincidimos con su planteamiento y decimos que es ante fin de gobierno la posibilidad de un golpe engendrado ante una afrenta política. Lo peor es que ni siquiera en su partido obtiene la razón el Presidente.
El diputado Agustín Castilla, del PAN, dice que es difícil saber quién tiene la razón, -si MVS o el Presidente-, que no se sabe quién de los dos está en lo cierto. Como se observa es un experimento bastante complejo para el gobierno federal, y deja a esta empresa radiotelevisora la imagen de haber sido castigada por un asunto visceral, por criticar al presidente. Lo cierto es que Felipe Calderón queda como un hombre dado a cometer fechorías más que mantener la cabeza fría y actuar conforme a la razón.