Hay una enorme trifulca entre MVS y el gobierno. Joaquín Vargas, empresario que no tiene intereses personales, comenzó hoy a difundir lo que tenía que decir; y por otra parte, Dionisio Pérez -Jácome, Secretario de Obras y el que fuera secretario de trabajo, Javier Lozano, se aprestaron a contestar que no y que todo lo hecho es legal.
Pese a que el Presidente Felipe Calderón y su flotilla entraron a la defensa de su versión y comenzaron a decir lo que es inaccesible para Javier Lozano, las teorías se dieron a valer para tratar de desprestigiar al empresario.
Sorprende la manera tan rápida en que el Presidente salió a protestar en una materia de salvaje en esa especie de asunto, y la prontitud con que redactó el volumen que obtuvo de una compañía terciaria que no lo avergüence: Televisa y Televisión Azteca.
En los documentos signados hoy, Calderón y Dionisio Pérez, como la violencia de Javier Lozano, significó una especie de retrato eficiente sobre los asuntos nada eficientes del calderonismo.