El día de hoy por la mañana Javier Vargas, presidente del consejo de Administración de MVS, una de las empresas mas interesantes del ámbito periodístico dictó una conferencia de prensa en la cual dio a conocer sin duda un evidente desquite presidencial.
A las once de la mañana Joaquín Vargas citó a un encuentro con los medios acompañado de diversos compañeros de su Consejo. Ante una sala llena de representantes de diversos diarios y empresas de comunicación dio informó que su empresa tenía 2.5 Gigahertz, y que ahora el gobierno federal pensaba oponerse para beneficiar a tres empresas: Televisa, Televisión Azteca y Iusacel.
Recordó el incidente con Carmen Aristegui, su salida del canal, la rectificación de la empresa y su recontratación. Advirtió que la salida de Aristegui obedeció a las presiones del Secretario de Comunicaciones Dionisio Pérez-Jácome y a una conversación con el entonces Secretario del Trabajo, Javier Lozano. Fue claro en su mensaje: ambos funcionarios de Felipe Calderón fueron especialmente explícitos en imponer las condiciones del presidente, esa idea de dar los 2.5 megahertz a cambio del despido de Carmen Aristegui.
Horas más tarde Jáuregui respondió con un argumento poco creíble. Negó la sesión con Javier Vargas y dio explicaciones que no convencen. El argumento del dueño de esa empresa otorgó amplias minucias, incluyendo la de autoinmolarse. Aristegui ya está de nuevo en la empresa, ya hay socios que han dejado dinero, y Javier Vargas no tiene necesidad de lanzar una suerte para que alguien le crea. No hay que olvidar que el gobierno, Felipe, intenta echar para atrás lo que la empresa ha adelantado.