(13/08/12) Un contexto difícil se puede leer en la política nacional. Por un lado los principales medios de comunicación le cierran audiencia a Andrés Manuel López Obrador, a excepción hecha de La Jornada y Reforma; y por otro hay un manejo colectivo, vibrante, audaz que demuestra que el tabasqueño tiene enorme capacidad de convocatoria entre miles de ciudadanos.
No es una impugnación que busque la violencia. En diferentes ocasiones, como lo dijo este domingo, el candidato de la izquierda señaló que la protesta del movimiento no busca entrar en grado alguno de violencia. Sus alternativas legales las difiere de manera legal, y ahí están las pruebas presentadas y otras como las que presentan sus seguidores este domingo.
Es un movimiento que, a diferencia de hace seis años, no busca otra cosa sino demostrar la falsedad en que ha incurrido Enrique Peña Nieto y las trampas de que se ha valido. El movimiento que acudió ayer al Zócalo nos habla de la realidad de su convocatoria.
Antes de cerrar esta editorial, es preciso invalidar el silencio en que los medios de comunicación han caído sobre lo sucedido este fin de semana. Solamente el diario Cambio y su corresponsal, Antonio Ramos Tafolla, publicaron una crónica muy completa que revela la incursión violenta del narco en Apatzingán y otros municipios, y el número de muertos real, policías federales, que sucedió en este acometimiento. Excelente trabajo de periodismo.