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Columna Política «elquenocae…», Por Leopoldo G. Arenas (24 de abril del 2017).- Recordando los años de infancia, cuando uno es travieso y realiza todo tipo de tropelías y maldades, después de esas aventuras, al estar presente frente a la autoridad de los padres, sin que ellos supieran de lo realizado y mucho menos solicitaran alguna explicación, al tenerlos de frente, iniciábamos grandes explicaciones, tratando de justificarnos y evadirnos de cualquier responsabilidad, todo con la finalidad de evitar el castigo cuando se conocieran las diabluras que habíamos realizado, en términos coloquiales nos estábamos “amarrando el dedo” como medida precautoria ante lo que se pudiera venir.
Hoy estos recuerdo llegan a mi mente después de leer la manera en que Andres Manuel, después de la captura de uno de los ex gobernadores, sale a las redes Sociales, graba un video y de manera cándida e inocente, como niño pequeño después de cometer una fechoría, se amarra el dedo y trata de desviar la atención, primero para evadir su responsabilidad, segundo, como el acostumbra, comenzar a hacerse la víctima, táctica que le ha funcionado a la perfección, para martirizarse y mantenerse en el ánimo de esa población que cree a ojos cerrados en todo aquello que el mecías proclama.
De manera más que sospechosa sin existir ningún tipo de acusación o comentario, advierte a sus seguidores que va a ser sujeto a todo tipo de ataque en donde se le ligará con el famoso y sujeto apresado en Guatemala, advierte a sus huestes que será difamado y vilipendiado.
La rapidez y forma en que reacciono y salió a las redes sociales, despierta suspicacias y preguntas.
¿Por qué de esta rapidez? ¿A que le tiene miedo? ¿Cuáles fueron los compromisos que pactaron sus emisarios en la elección de Veracruz?
Las anteriores son preguntas que después de su video y declaraciones, deberá de contestar de manera precisa, pero conociéndolo, las evitará y tratara de generar desviaciones mediáticas para salir del embrollo en que el mismo se metió al justificarse antes de tiempo.
En términos de abogados, una regla que aprenden desde su llegada a la facultad es no dar explicaciones si no son pedidas, ya que explicación no pedida es igual a culpabilidad manifiesta.
Lopez Obrador con su premura en cubrirse la espalda, actuó como niño chiquito frente a sus padres, se delató antes de tiempo y dio indicios claros de la relación y pactos existentes entre su partido y el ex gobernador.
Al más puro estilo Trump utiliza las redes sociales para corregir los errores en que incurre, cosa preocupante ya que cada día que pasa, las similitudes con dicho personaje son mayores.
Como suele que ver con todo lo que se refiere a él, sus seguidores trataran de descalificar por todos los medios posibles lo ocurrido.
Pobre México, si estos son los personajes que buscan gobernarlo y sobre todo el poder, bajo el argumento de salvarlo.
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